miércoles, 18 de junio de 2008

Le Petit Prince.

Uno de los libros que marcó mi infancia fue El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, estaba en quinto grado de primaria la primera vez que lo leí y sigue siendo uno de mis libros favoritos por la sencillez con la que trata temas tan profundos.

Lo que me llevó de vuelta a este libro es encontrar en las noticias de la web (no estoy seguro de su veracidad) sobre un viejo piloto alemán que ha confesado ser quien derribó a Exupéry sin saber que era él: "De saberlo nunca lo hubiera derribado, pues yo era un admirador de su obra con la que había crecido", dijo. El hombre había vivido con esta pena por mucho tiempo, aún después de que algunas pertenencias de Exupéry e incluso su avión fueran encontrados en el mar sin revelar el misterio de dónde descansan sus restos.

Era un niño la primera vez que leí El Principito y en cada etapa de mi vida lo he vuelto a leer , ya con otra visión y quizá más amargado por la vida; pero seguí llevándolo siempre a todos los lugares en que habité. Todavía creo en que sólo el corazón descifra los secretos que los ojos no pueden.

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