lunes, 11 de agosto de 2008

Poems in law to Lisa.

¡Vámonos! ¡Vámonos! Estoy herido...
-César Vallejo

I

Lisa:
desde que te amo,
odio a mi profesor de Derecho Civil.

¿Puedo pensar en compraventas
con rostros de ventanas de cárcel,
en la teoría de la causa que me parece un túnel
lleno de grillos rojos y de raíces que se frustraron sin el sol,
en hipotecas con tuberculosis,
en el registro
de la asaltante propiedad raíz?
¿Puedo pensar en eso, digo,
si tengo en pos de mi ansia tus grandes ojos simples
y oscuros como un lago nocturno,
tu voz reciente como la fresca madrugada de mañana,
tu aroma musical -oh, fugitiva-
que guardo entre los dedos de mi mano derecha?
Lisa, la transparente
hija del aire:
tu desnudez me pide
el matutino sol de la pradera,
mis manos descendiendo desde la flor del agua
para salvar tu sangre
de las arterias verdes de la grama.

Y yo, pobre galeote de este siglo,
siervo inconcluso del hastío y la sangre,
te escribo y te amo mientras todos hablan
de los contratos de adhesión.

Ah, Lisa, Lisa, estoy
completamente herido.

II

Pobre de mí, querida,
solo con mi terror entre los Códigos,
estudiando Derecho con carne de presidio,
negando al cielo entre muchachos gordos
que creen firmemente en los rinocerontes,
pensando siempre en encontrar un bar
en donde si quitáramos las mesas
quepan la madrugada y tú junto a mis ojos.
Pobre de mí,
pobre de mí,
que soy marxista y me como las uñas,
que amo los suaves garfios de la arena,
las palabras del mar y la simplicidad de la gaviotas;
que odio los Bancos,
las inyecciones de complejo B,
la nocturna crueldad de los motociclistas
que lanzan rudas piedras al ángel de los sueños;
pobre de mí, querida,
pobre de mí,
pobre de este muchacho que nunca hirió a los árboles,
a quien todos exigen estos días
que lea amablemente a Jellinek,
que se acueste desnudo con las tarifas aduanales
y así jure ante el viento que el juez es superior al asesino.
Ah, Lisa, Lisa, estoy
completamente herido.

Roque Dalton.

Cuando estudiaba derecho encontré este poema (o el poema me encontró a mí y otros lectores) en una antología de Dalton, publicada por EDUCA. Al leerlo me imaginé al poeta, durante cualquiera de sus clases de Derecho Civil, escribiéndolo en una hoja de su código civil mientras el Abogado sólo leía el texto y los demás compañeros ponían atención como si de ello dependiera su vida (y no dudo que así fuera para ellos) pero sólo él notaba la estupidez de aquella repetición tras repetición de cada artículo y quizás el profesor se diera cuenta de que escribía algo en el código y debió ignorarlo, pensando que se trataba de apuntes sobre la clase, sin imaginar siquiera, continuó repitiendo monotonamente sus los artículos, sin aclarar nada, dejándolos "frustrase sin el sol". Se me hizo inevitable el no mirarme como en un espejo, con la diferencia de que tenía la herida; pero faltó Lisa.

3 comentarios:

Ludwing Varela dijo...

Lisa puede llegar, aspera o asperamente, eso es lo de menos.

Uva 1 dijo...

También me vi. Las pendejadas por las que se hace pasar uno a veces...

Anónimo dijo...

el poeta no es un atomo que vive o sobrevive en si mismo, o talvez si, elisa ah elisa (mujer obvia en tu caminar caminante, en este caso) llego, bueno el hecho es que no es una joda tenes a elisa(en este caso) y podes ser un daltonico juez de mis palabras pero es lo que es (desde mi punto de vista), me cago en la leche si no es cierto.

Mgdl