martes, 25 de noviembre de 2008

Encuentros.(un post que escrbí hace mucho y no subí)

Ellos llegan con precisión a las cinco y cuarenta de la tarde, la cita es en la terraza del edificio de apartamentos de la esquina que se divisa desde mi terraza, se besan, fuman un cigarro y luego sólo se quedan allí abrazados hasta el anochecer.
Desde mi terraza puedo verlos y para no importunar he dejado de salir a beber café a esa hora; aunque su imagen es de esas que me hablan tan claro, como cuando miré a una mujer caminar frente al hospital escuela abrazando fuertemente un pequeño ataúd envuelto en sábanas a su pecho, o al méndigo llorando frente las cajas deshechas por la lluvia, que aparentemente eran su casa, o a la niña que soltó un globo y me sonrió aquella tarde entre el 4A y el 4B. Imagenes que van más allá de la imagen misma para hablarme también de mí.

¿Y ellos? no sé cómo se llaman, ni quienes son; pero es mejor dejarlos. Termino mi café y miro la hora, me digo:

-Manuel, es hora de entrar a tu cuarto y abrigarte; porque hará frío esta noche como siempre.-

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