jueves, 25 de junio de 2009

Un día de golpe

8:00. a.m
Me despierto, pero a pesar de que debo terminar las traducciones de latín no quiero levantarme. La pereza me gana y me quedo una hora más. La noche anterior estuve trabajando en la investigación sobre la lengua gallega y me acosté a las dos de la madrugada. Con tanto rumor sobre el golpe, estuve pendiente de todo y salí a eso de la media noche para revisar lo que parecía un parlante que anunciaba algo- Serán los miliares- me dije. Vivo a dos cuadras del estado mayor y no sería extraño. No eran ni los militares ni el golpe de estado, era un radio de las oficinas de la DGIC que sonaba a toda madre. Habían unos policías y me acerqué, miramos unos militares salir del estado mayor y uno de ellos me dijo - Váyase a dormir, no salga y cierre bien la puerta- después de eso y contarle a Ross y a Suny en el msn, me fui a dormir. Por lo menos eso es lo que recordaba de la noche anterior.

9: 00 a.m
Ahora sí, hay que levantarse y lo hago. Preparo mi café, voy a comprar el pan. Todo está normal, como siempre la gente hace cola para entrar a la policía, en el estado mayor hay doble guardia y unos camiones con equipamento militar que también están custodiados. La calle está hasta el copete de gente. Al regresar enciendo la radio y alguien habla de pánico en la capital, de gente que deja sus trabajo, de niños que salen de sus colegios; me asomo a la ventana- Qué raro, acá todo normal y sereno y en el colegio de la esquina las colegialas que llegaron tarde hacen fila.

10:00
Sigo trabajando. Noto que he recibido un mensaje de Ross preguntándome cómo está todo acá en Tegus y por vía del msn le respondo más tarde. Los diarios, las radios y la TV; todos dicen lo mismo: Golpe de estado, crisis y pánico. Yo voy a traer el agua a un depósito, que a la vez es licorería de Comayagüela y todos los establecimientos comerciales están abiertos, si no fuera por esa tensa clama diría que es un día como cualquier otro y más si no fuera porque en cada casa escucho un radio encendido.

11:00
Termino mi trabajo y es hora de hacer mi almuerzo, que por cuestiones de tiempo será sólo unos emparedados y un Pinol.

12:00
Me alisto para irme a la U, pero la pereza me gana y duermo unos cinco minutos. Suficiente tiempo para pasar a quince y luego en uno de mis pecadillo recobrar la conciencia para irme a cambiar.

13:00
Mi hermana dice que se va para El triunfo (¡Nos abandona en estas circunstancias!) Salgo caminando para el punto de taxis y al llegar está lleno. Me digo que debo aprender a salir una media hora antes. Los taxis tardan pero llegan. Todo es normal, hasta que mientras voy llegando a la U me llegan un mensajito de Ludwing "Urgente(...) Golpe de estado. No es rumor"

14:00
Con diez minutos de retraso llego a la UNAH, alguien más abrió la puerta de la carrera y unas compañeras me lo recuerdan- ¡Cómo siempre tarde!- la profesora llegó y recomendó a cada uno que se vaya a su casa. Trato de averiguar si deberé cerrar la carrera y la Prof. Suyapa me recomienda esperar hasta las tres y luego irme "Porque ahorita hay una marcha hacia la fuerza aérea y eso es más que una marcha"

15:00
Le hablo a Suny y me dice que averiguará si el Prof. Ventura llegará a recibir los trabajos, pero no lo encuentra. Las compañeras lingüistas están inquietas, cada vez que escuchan una patrulla dirigen su mirada hacia el Bulevar y si miran un avión les hago el chiste de que revisen a ver si no es de la fuerza aérea.

16:00
Muchos compañeros vienen, pero luego se van. La lluvia ha comenzado y yo me voy a buscar un lugar donde imprimir mi trabajo. Ross me informa sobre los sucesos y también muchos compañeros me llaman en ese momento para saber la situación de la UNAH. Unas personas hablan sobre la cuarta urna, hacen chistes, unos están en contra y otros a favor; alguien en son de broma me pregunta si sé usar un fusil, le respondo que no. Gloria me ha pedido prestada la libreta para copiar unas cosas que le hacen falta de Literatura Universal, yo le digo que sí y luego voy a su cubículo para seguir trabajando en la guía de traducción del latín que no he terminado. Alguien menciona de cortes eléctricos en ciertas partes de la ciudad y eso aumenta el temor de que algo se desate. Hay una gran cantidad de rumores que en cuanto gente va llegando, va desmintiendo; especialmente lo del avión ese que dicen era de Cuba o Venezuela, pero sólo resulta ser el lugar donde tienen las paeletas. Así son las cosas cuando ya no se puede creer en nadie y cuando todo medio está comprado sea para un lado u otro.

17:00
Entrego mi trabajo sobre la lengua gallega y el prof. Ramón hace chiste de la paranoia de la gente, nos cuenta anécdotas sobre los golpes de estado en su época y de como el primero que miró le hizo nacer un desprecio por los militares. Los compañeros y compañeras van llegando, eso me hace resignarme a tener que quedarme para cerrar la carrera. Edmundo me ayuda a continuar con la guía de latín, pero su familia lo llama - quieren que vayamos al supermercado a comprar suministros-me dice- por cualquier cosa- Me voy a buscar algo que comer, la universidad está desierta y sólo en los edificios 4A y 4B hay algo de gente. Compro una baleadas a la negrita del 4B y en eso alguien llega contando de la muerte de Jackson, la negra dice que se alegra porque negó a su raza y no fue lo suficientemente hombre para soportar el racismo en EEUU. Los caminos están vacíos, pero me encuentro con algunos amigos izquierdistas. A lo lejos suena "Thriller" (curioso para el miedo que tienen todos) Una radio anuncia reunión de emergencia en el congreso.

18:00
Regreso a la carrera de letras. Gloria se fue y dejó mi libreta en el departamento, no hay nadie que la saque e intento averiguar su teléfono; pero nadie lo conoce. El Prof. ventura había traído su llave para cerrar y era innecesario que me quedara, además de que las otras clases las habían cancelado porque sólo llegaron dos o tres alumnos. Sin embargo me agradecen que esté siempre para cerrar. Con algunos compañeros nos vamos y al llegar al punto no hay taxis, ellos toman el último bus.

19:00
Comienzo a considerar seriamente la posibilidad de pedirle posada a una amiga o un amigo, pero llega un taxi para el centro y sin dudarlo me monto. Siendo las horas que son las calles están desiertas. En el centro todo está resguardado por militares, así que el taxi me deja en el puente de la isla y camino. Todo solo, absolutamente solo; pero los taxis están - Usted estarán acá aunque se caiga el mundo- le digo en son de chiste al despachador que ya me conoce. El cambio es brusco y de la solitaria Tegucigalpa paso al calles de Comayagüela llena de tugurios y por tanto de gente. Mi mamá me habla y platicamos sobre la situación.

20:00
Llego a a mi casa, mi hermana está acostada en el cuarto y me tiro al lado de ella. En la pantalla de TV, Mel da un discurso y nos reímos de él (a veces es inevitable) de su forma de hablar, de sus errores y de lo improvisado; también nos reímos de Michelletti y de su loca idea de declarar non grato al presidente OEA Insulza "¿Quién asesora a ese tipo?" pero no nos lo tomamos a la ligera, sabemos que la situación es seria y por eso iremos a comprar proviciones. Al fin y al cabo "un paranóico es sólo alguien que sabe lo que sucede" (Burroughs)

3 comentarios:

Ross dijo...

La gente en San Pedro está como loca, comprando en el supermercado, llenando el carro de combustible, teniendo todo listo por si hay apagones... es una histeria colectiva acá, porque no hemos visto nada inusual en la ciudad, todavía.

Suny dijo...

Como toda una mujer identificada con mi pueblo, iré el domingo a esas urnas y votaré por el NO, ha sido una decisión consciente y estudiada.

Pero sinceramente, ya estoy a p*** de la cuarta urna. Que maten a Mel y que todos esos cabrones me den clases!

Nelson Ordóñez dijo...

NO VOTEN EL DOMINGO, SIMPLE...