Hoy fue un día de sobresaltos entre otras cosas. Ayer escuché la noticia de que había una persona muerta en el Paraíso, su cuerpo presentaba muestras de tortura y se dice que fue detenido por las fuerzas policiales; todo eso lo miré en la DW de Alemania, porque cómo siempre nuestras televisoras, salvo una, no ponía noticias de lo que estaba sucediendo. Pues da la casualidad de que yo tengo un amigo del mismo nombre. En la DW sólo dijeron Magdiel, de 24 años y protestando contra el golpe; igual que mi amigo y todo eso me angustió. Antes de empezar a llamar como loco a mundo y reimundo puse radio globo que confirmaba el nombre de la persona asesinada " Pedro Magdiel" . Solté un suspiro de alivio, aunque parezca cruel y egoísta decirlo, pero así fue. Lo lamento mucho por la familia del muchacho, sé que tenía esposa e hijos.
La historia no termina allí. Karen, (y a ella los remito para constatar si esto es cierto) una amiga de S.P.S, antigua compañera del taller de literatura y del grupo literario al que he pertenecido, me contó que cuando iban en el bus con su esposo escucharon que era Magdiel. La primera reacción de ambos fue la de un nudo en la garganta y luego de buscar los teléfonos para confirmar la información; dicen que una persona hasta les habló llorando para decirles que era cierto. Escuchaban la voz del muchacho entrevistado junto al cadáver y ya la oían como la de Ludwing, así que llamaron a todo el mundo hasta que pudieron confirmar aliviados que no se trataba del Magdiel que conocemos.
Todo los de los párrafos anteriores me lleva a criticar la posición de muchos de los que están a favor del golpe. Entre ellos he escuchado opiniones como " si va allí ya saben lo que se buscaban", "se lo tiene merecido por ir a apoyar a ese burro" ó "Pues si la vida de ellos vale lo que les pagan"; estoy harto de esa gente y su actitud. Una vida humana vale, no importa de quién se trate, es algo invaluable, una forma de ver el mundo que sólo se dará una vez en toda la existencia del universo que se extinga es lo más terrible que puede suceder y más cuando esa vida es joven y muere debido a la tortura. Es momento de que esas "personas" den una pequeña reflexión, si es que eso es posible, para darse cuenta de lo bajo que han caído al justificar o al ver con desden la pérdida de una vida.
Otros sobresaltos de hoy fueron la bomba que me dí cuenta que pusieron en el Sindicato de bebidas y similares, también del relajo que hubo después del partido de fut y en el cuál alguien me dijo que hubo un muerto (esto sin confirmar). No salí de la casa, quería ir al entierro del muchacho; pero falta de saldo para llamar a mis amigos me lo impidió. Ya les he dicho que me avisen para asistir a las marchas, pero no lo hacen (salvo Suny e Ian) a menos que sea vagamente. En ese mismo lugar tengo entendido que se llevaba a cabo las honras fúnebres del muchacho y ya en el entierro descubrieron a varios agentes de la DGIC que se salvaron de ser linchados; un oficial explicó que hacían investigaciones de la muerte del joven, pero si lo pensamos bien ese no era el mejor momento para hacerlo y más si eran trabajadores del estado.
Mañana seguiremos así, en esta incertidumbre, en medio de toques de queda parciales y caminando con cuidado por las calles. Por hoy sólo me queda pensar en esos muertos que nos dan vida como dice una canción de Vigllietti.
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