miércoles, 30 de junio de 2010

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Quiero escribir un post, no sé sobre qué...

En París, hay menos turistas que el año pasado y, de hecho, cada año va menos gente para allá. Un compañero me dijo que París es una enfermedad latinoamericana del siglo XIX. Yo soy un enfermo.

Euclides se durmió durante tres horas en un aula donde estaban impartiendo clases. Mientras tanto, otros discutíamos sobre el último libro que llevaríamos a una isla, naufragios reales y un mundo donde de verdad no existieran los libros. Luego desperté a Euclides y hablamos de cine, tenía una bolsa de churros guardada como almohada y todos nos la comimos.

Me mojé todo en la fila del bus. Le respondí a alguien que Ítaca está muy o lejos o tuve que hacer muchas escalas.

Me gustan las historias de redención y quiero que Argentina gane la copa del mundo, pero le toca Alemania; ni modo porque quedará eliminada. Ojalá que no.

Mi vida se resume en escribir fichas sobre libros y mirar el cielo por la ventana. Parece que no pasara nada en el mundo.

Ultimamente todo en mi vida tiene que ver con bibliotecas, de hecho me perdí en la biblioteca nacional buscando una habitación que nunca existió. Por pura coincidencia ese día me regalaron un libro y elegí uno de Borges.

Hace mucho tiempo, soñé que un Borges viejo y ciego salía de una cantina cercana al estadio nacional y me molía a golpes con su bastón sin mediar palabras y sin razón alguna hasta dejarme tirado en el suelo.

Llevo una cuenta obsesiva de los días que faltan para salir de la carrera y eso me hace sentir culpable, ya que en realidad lo hago por la pura desesperación de conseguir un trabajo e independizarme.

Tengo sueños mientras estoy despierto, a veces es con lo que haría si tuviera un sueldo de empleado público, si ganara algo como la lotería (LOTE-RÍA) y de hecho grité en la carrera ¡¿Por qué nunca se gana la Loto alguien de Letras?! o en el peor de los casos si ganara un módico concurso de lo que sea o una beca al extranjero y ya para rematar está el típico sueño en el que fundo una ONG de bibliotecas con préstamo externo.

Escuché una canción triste en un blog que tenía otro post que hablaba de Jean Moreau. No recuerdo el nombre de la canción, sólo la sensación de tristeza.

Paul Mccartney está muerto. Detesto que me encuentren parecido con él, porque no hay ninguno y menos desde que uso anteojos, la cosa empeora cuando comienzan a cantar Yesteday. Pero Paul está muerto y es su doble al que vemos, y su música también está muerta y es su doble la que vemos (Un dolor como el de la canción triste cuando digo esto)

La muerte no existe dice Artaud. La muerte no existe...

Mañana puede pasar cualquier cosa.

Mañana...
Mañana...
Mañana...

3 comentarios:

marcela dijo...

Momento, no entendí eso de que McCartney está muerto. No es mi Beatle favorito, pero aún asi...

Manuel dijo...

No te preocupés, es un mito urbano que dice que Paul murió en los 60's en un accidente y que fue suplantado por un doble.

Ninch dijo...

La muerte no existe. Ni existirá. Mañana.