viernes, 10 de agosto de 2012

Me imaginé convertido en el pájaro-que-da-cuerda...



“Me imaginé convertido en el pájaro-que-da-cuerda, surcando el cielo del verano, posándome en la rama de un árbol, dándole cuerda al mundo. Si era cierto que el pájaro había desaparecido, alguien tenía que asumir sus funciones. Alguien tenía que darle cuerda al mundo por él. De no ser así, la cuerda se iría aflojando y aquel sutil engranaje acabaría deteniéndose. Pero yo era el único ser humano que había notado su desaparición. En el fondo de mi garganta intenté reproducir su grito. No lo conseguí, sólo logré emitir un sonido feo y absurdo como el de dos cosas feas y absurdas frotándose entre sí. Quizás sólo el auténtico pájaro-que-da-cuerda pudiera emitir el grito del pájaro-que-da-cuerda. Y sólo el pájaro-que-da-cuerda podía darle cuerda al mundo como es debido."

-Haruki Murakami, Fragmento de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, y la música es El pájaro profeta de Robert Schumann.

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