lunes, 16 de septiembre de 2024

Godard y un pedazo de nosotros que cae muerto sobre los manteles


"Tal vez tardaremos en darnos cuenta de que también nuestra muerte ha empezado ese día; yo sí lo supe la noche en que en mitad de una cena alguien aludió indiferente a una noticia de la televisión, en Milly-la-Forêt acababa de morir Jean Cocteau, un pedazo de mí también caía muerto sobre los manteles, entre las frases convencionales."

-Julio Cortázar, Burla burlando ya van seis delante.


El 13 de septiembre de 2022, murió Jean-Luc Godard. Para mi generación y las anteriores, era un maestro del cine, uno de los que más lejos llevó las propuestas de la Nouvelle Vague (Nueva Ola); aunque para las últimas generaciones sea sólo un snob (ambas tienen algo de verdad). El director decidió morir en su propia lid; según reportes, recurrió al suicidio asistido. Sufría de varias enfermedades invalidantes y sencillamente ya estaba agotado de todo; era un ermitaño y un hombre huraño que se había peleado con muchos de sus amigos (los ya difuntos Varda y Truffaut, por ejemplo).

Godard fue un cineasta que perteneció a la nueva ola francesa a finales de los años cincuenta, un grupo de cineastas que, bajo el ala de André Bazin, se abrieron a la  experimentación y la expresión personal. Para ellos, el autor de un filme era el director; aunque Godard mismo rechazaría más adelante esa idea al comprometerse con movimientos maoístas y declarar que se trata de un arte eminentemente grupal. Con 131 filmes en su haber, la obra de este creador incluye documental, cine noir, ciencia ficción, protesta, etc. En todos ellos, trata de llevar al límite las capacidades del lenguaje visual. 

Mi amigo Gabriel, con quien hablé por teléfono ese día, relacionó la decisión de morir tomada por dicho realizador con la influencia de Camus: "Godard siempre andaba al filo de la navaja, como podía vivir, podía morir", en su opinión, "hizo de su muerte un acto". Mi amigo lo había entendido perfectamente y ello se confirmó cuando en días recientes se reveló que Jean-Luc dejó un testamento visual elaborado antes de fallecer. Se trata de Scénarios, un corto antibelicista donde el artista aparece leyendo frases de diversos autores mientras se sucede un collage de imágenes y algunas escenas de distintos filmes

No puedo evitar relacionar las películas de Godard con mis veinte años. Recuerdo que la primera película que miré de él fue Al final de la escapada allá por el 2005. Euclides la había alquilado en un viejo videoclub llamado Stereo Vídeo, ahora ya cerrado. Era Euclides quien nos había estado hablando  lleno de emoción a Gabriel y a mí sobre la Nouvelle Vague. No puedo dejar de reconocer que mi interés por el cine se lo debo a él y también a nuestras pláticas con Ponce Garay. 

Como jóvenes veinteañeros, nos gustaba todo aquello que rompiera el molde, aquello que intentara con toda fuerza demoler lo establecido. El cine de Godard no fue menos que eso. Después de ver la película en la casa de Euclides, los tres salimos a caminar emocionados, hablando por varias horas sobre los cortes abruptos, la introducción directa de citas y la destrucción del lenguaje cinematográfico. A partir de entonces nos reuniríamos los fines de semana, durante buena parte de ese año, para mirar distintas películas en la casa de alguno de nosotros. Por eso, la muerte de Godard me sentó como el fin definitivo del último resquicio de esa juventud, como un pedazo de nosotros que caía muerto sobre los manteles.

viernes, 6 de septiembre de 2024

Vidas pasadas



Vidas pasadas es una película dirigida y guionizada por Celine Song cuenta con la actuación de Greta Lee (EE.UU.) como Nora Moon, Yoo Tae-o (Corea del Sur) como Hae Sung y John Magaro (EE.UU.) como Arthur; y tiene la fotografía de Shabier Kirchner (EE.UU.). Este filme fue producido en Estados Unidos y contó con una nominación a mejor película en los Premios Oscar en 2024. Con respecto a esta película, en una entrevista para Vanity Fair, su directora, quien ya antes había trabajado en el teatro,  opinó que tenía una intención de autodescubrimiento artístico más que biográfico: "Esta película es increíblemente personal para mí, por supuesto en cuanto a su concepción, pero es increíblemente personal para mí porque es mi descubrimiento como artista". 

La cinta es un drama y nos narra cómo Nora, quien tuvo que migrar de Corea a Estados Unidos, se reencuentra con Hae Sung, un amor del pasado. A pesar de las expectativas que pueda hacerse, Nora ya ha hecho una vida con su esposo Arthur. Opuesto a lo que pensaríamos, y de la posibilidad de un complicado cuadro amoroso como el planteado por otros guionistas, la tensión no escala a lo melodramático en este triángulo; sino que está contenida; algo que nos golpea más a los espectadores. Los personajes, que demuestran la madurez que su experiencia les ha dado, no se confrontan sino que se acompañan en el trance de abandonar su yo pretérito y condolerse por aquello que nunca será.

El filme está construido a través de tomas lentas, fijas, planos medios, generales y ocasionalmente panorámicos que establecen una relación con el ahora y el pasado. Planos medios fijos para establecer relaciones entre los personajes, centrarnos en el mundo de sus conversaciones, y planos generales lentos fijos y contemplativos para establecer relaciones con el mundo y los objetos que los rodean (una ciudad, una calle o hasta una puerta). Considero que estas últimas son las mejor usadas. Esta directora ha declarado amar a Nueva York, así que no resulta extraño que nos encontremos con vistas frecuentes a hermosos paisajes de la ciudad. Sus encuadres nos hacen sentir la compañía de una conversación íntima y también la soledad ante la inmensidad de la urbe.

Cada secuencia es una línea en una larga carta de adiós a ese ayer, por tanto, un gran duelo con paseos por el ahora. Cada diálogo nos recalca cómo ese yo que fuimos y sus anhelos ya no existe; sin embargo sigue siendo una parte del hoy y, a pesar de todo, despedirse del pasado es difícil. Al respecto, resultan paradigmáticas dos tomas en las que se contrastan la infancia y la adultez, una al principio de la película y otra ya adentrados en la trama: las estatuas con huecos detrás de ellos cuando los personajes son niños en Corea en contraste con las estructuras firmes cuando se reencuentran ya  adultos. 

Esta obra es un canto a la aceptación de nuestro yo actual: Esto en lo que hemos terminado es lo que siempre debió ser. Hay constantes referencias a lo que pudimos haber sido, no solo en el ahora, sino en otras vidas o en vidas futuras; pero no lo sabemos ni lo sabremos nunca. Solo tenemos este aquí. Las puertas adquieren un significado relevante a lo largo de esta historia: una puerta se cierra lentamente  cuando se despiden, una puerta que se abre cuando cada una va a su casa.  Un pasado se va para siempre, se debe volver entonces al presente que se abre para contener un futuro. 

En los últimos años, el tema de los universos posibles ha sido ampliamente explotado por el cine de Hollywood, en especial el cine de Superhéroes de Marvel y DC y algunas producciones ganadoras del Oscar como Todo en todas partes al mismo tiempo. A diferencia de esa tendencia, Vidas pasadas es anti-multiversos y contrario a la tónica actual nos llama a estar presentes en este acá y a dejar de ir esos días pasados por muy duro que esto sea. 

domingo, 12 de mayo de 2024

Renuncia

Cósimo clavó los ojos en ella. Y ella:

—Tú no crees que el amor sea entrega absoluta, renuncia a uno mismo…

Podía decir algo Cósimo, cualquier cosa para ir hacia ella, podía decirle: “Dime lo que quieres que haga, estoy dispuesto…”, y habría sido de nuevo la felicidad para él, la felicidad juntos, sin sombras. Pero dijo:

—No puede haber amor si uno no es uno mismo con todas sus fuerzas.

Viola tuvo un gesto de contrariedad, que era también un gesto de cansancio. Y, sin embargo, aún habría podido comprenderlo, como en realidad lo comprendía; más aún, tenía en la punta de la lengua las palabras para decirle: “Tú eres como yo te quiero”… y subir de inmediato con él… Se mordió un labio. Dijo:

—Pues, entonces, sé tú mismo tú solo.

“Pero, entonces, ser yo mismo ya no tiene sentido”, eso es lo que quería decir Cósimo. Pero, en cambio, dijo:

—Si prefieres a esos dos gusanos…

—¡No te permito despreciar a mis amigos! —gritó ella y no obstante pensaba: “A mí me importas solo tú, y solo por ti hago todo lo que hago”.

—Solo yo puedo ser despreciado…

—¡Tu modo de pensar!

—Soy una sola cosa con él.

—Entonces, adiós. Parto esta misma noche, no me volverás a ver.

-Italo Calvino.

sábado, 10 de febrero de 2024

Zerocalcare


Cortar por la línea de puntos es una serie italiana producida por Netflix y estrenada en 2021, está basada en la novela gráfica italiana La profecía del armadillo, escrita  por Michele Rech (Zerocalcare), quien a su vez es guionista y da voz a los personajes de las versión animada. Su primera temporada tuvo una recepción aceptable y un éxito considerable gracias boca a boca; por lo cual fue renovada para una segunda temporada que se estrenó en junio de 2023 y la cual se tituló Este mundo no me hará mala persona.  

Esta producción narra las venturas y desventuras de Zerocalcare, su consciencia representada por un armadillo y sus amigos. La narrativa tiene un carácter desordenado que recuerda el de los monólogos interiores o fluir del pensamiento; pues se salta indistintamente de una anécdota a una reflexión o a un suceso presente, futuro o pasado. El fuerte de su contenido está en las consideraciones de carácter generacional de aquellos que nacieron a mediados de los ochenta y principios de los noventa. Desde su punto de vista, a nuestra generación (porque yo nací en esos años justamente), como resultado de crecer posterior al final Guerra Fría, se le endilgaron todas las esperanzas y expectativas posibles en un porvenir que se abría de par en par; sin embargo, sólo se encontró con que ese mundo prometido nunca existió. Ahora, con las esperanzas rotas, cada uno de los miembros de esa juventud ya pasada debe lidiar con el hecho de estar llegando a los cuarenta en un mundo que cada día es más duro. La crisis de la vivienda, la migración, el desempleo, los anhelos desbaratados, la supervivencia de los ideales, el cinismo creciente y el auge del fascismo son temas que se tratan en las dos temporadas.


Esta serie me hizo recordar aquella vieja máxima lacaniana según la cual todos nos narramos una historia sobre nosotros mismos. No podríamos vivir sin ella; sin embargo, esa narración está determinada por las exigencias de nuestro tiempo y nuestro verdadero yo sólo emerge de esta puja entre el mundo y nosotros. Como diría un psicoanalista, es el mundo el que se encarga de poner límites a nuestro deseo y también de alimentar con su moral y su cultura las expectativas que deberemos tener a lo largo de nuestra vida. A este respecto, y siguiendo a María Zambrano, no podemos entrever ese verdadero yo, sino es a través de un proceso de confesión en el que, más allá de la visión autobiográfica narcisista como diría Alberto Giordano, consigamos tener una toma de consciencia y transformarnos. Y eso último sólo se puede encontrar en los errores de nuestra narración, en esos momentos donde caemos al mundo y ese yo se forja por medio de los límites. En ese sentido, la historia de Zero, y de sus amigos, es la de una caída y la de una toma de consciencia de esos límites; el surgimiento de un yo.     

Así como Zero, cada uno de nosotros se encuentra frente a la hoguera, delante del fuego de esta vida, y tendrá que quemar esa línea que se había trazado en la juventud. Esto pasará quizá por nuestros propios errores, tal vez por un amor malhadado o por elegir mal a esa persona con la cual hacer negocios, probablemente por nuestra irresponsabilidad, acaso por algo más grande como la reciente pandemia o posiblemente por un simple accidente inesperado, un golpe del azar. Sea como sea, el resultado será el mismo: asumir que ese yo trazado por nosotros en nuestra juventud nunca existirá más que en nuestras mentes. Algunos asumirán esto de una forma resilente y se consolarán; tal vez vean que Palahniuk tenía razón al decir que "sólo después de perderlo todo somos libres de hacer lo que deseamos" o a lo mejor tararearán a los Stones al cantar "You can't always get what you want, but if you try sometime you'll find you get what you need"; en cambio, otros no podrán sobrellevarlo y serán los primeros en abandonar estas ruinas hacia la oscuridad. Aceptar todo esto, esa destrucción necesaria, es lo más difícil de crecer y madurar. A pesar de todo lo anterior, hay que saber que estamos aquí y ahora, así que debemos mantener nuestros corazones en alto mientras podamos. 

viernes, 12 de mayo de 2023

Love of my life

 

Love of my life aparece en el álbum At night at the opera editado en 1975, es una de las piezas más conocidas de la banda británica Queen y se trata de una balada de corte sentimental que originalmente incluye piano, arpa y guitarra. Si bien fue escrita y compuesta por Freddie Mercury durante diversos retiros de la banda en una granja en Surrey y en una casa alquilada en Kingston, fue sólo su presentación en vivo durante diversos tours a partir de 1977 lo que la lanzó a la fama. Es especialmente rememorada su interpretación de la gira sudamericana de 1981 por Argentina y Brasil, la cual fue incluída en los discos Live Killers. 

La canción tiene una letra muy sencilla que, al mismo tiempo, es súplica y recriminación. En primer término, se reprocha a la persona amada el haber herido y abandonado: "Love of my life, you've hurt me /  You've broken my heart, and now you leave me." En segundo lugar, desde el patetismo más atroz, se le ruega a esa misma persona que no lo abandone: "Love of my life, don't leave me"; pues en cierta manera ese amor ha sido tomado no como un sentimiento cualquiera, sino la totalidad del amor, es decir, todo lo que aquella persona podía dar de sí por otro: "You've taken my love (all my love)" y, a pesar de entregar su totalidad, ahora ha sido abandonado y no ha servido de nada:  "you now desert me". 

Más adelante, la voz recurre al futuro advierte cómo ese problema que pasan en la actualidad será sólo algo pasajero más adelante, un mal recuerdo:"You will remember when this is blown over / And everything's all by the way (ooh, yeah)." Se sobrenetiende que la otra persona no lo escucha, sino que se trata de un alivio para la misma voz, un autoengaño, un consuelo. Y desde ese mismo futuro, después, se llama a pensar en otro porvenir, el que ambos iban a compartir: "When I grow older, I will be there at your side (ooh) / To remind you how I still love you (I still love you)"; de nuevo, esta parte se percibe más como un consuelo para sí mismo que como una certeza  a la vez que se desdobla con la súplica y, de hecho, el tono de la música sube bastante en esta parte para enfatizarlo. 

Para finalizar, se apela al discernimiento: "Love of my life, can't you see?", lucidez que quizá ya ni siquiera existe en el otro; pues el ruego continua de manera circular dejando a quien lo escucha con una profunda impresión por el grado de sufrimiento que se inflinge a sí mima la voz de la canción: "Bring it back, bring it back, don't take it away from me / Because you don't know what it means to me (means to me)."

No se sabe exactamente a quién Freddie dedico esta canción; sin embargo, al respecto, se asume que fue a Mary Austin, su esposa, con quien llegó a tener una relación tan profunda que, incluso después de su separación o que Mercury le confesara su bisexualidad, continuaron cuidándose el uno al otro. Los que vieron la película Bohemian Rhapsody estarán más familiarizados con esta versión de la historia. Se debe aclarar que la misma Mary declaró: "Sabíamos que podíamos confiar el uno en el otro, y que nunca nos haríamos daño mutuamente a propósito". Por otra parte, algunos críticos consideran que esta obra fue inspirada en realidad por su primer novio Davis Minns, con quien mantuvo una relación en secreto debido a los prejuicios de la época. 

Love of my life resulta una canción enternecedora y no es extraño que haya tenido más éxito en los conciertos que en su lanzamiento como sencillo; pues se presta para una sinergia entre cantante y público. Su letra es una súplica, una recriminación, pero también una apelación al futuro juntos y al discernimiento.