Saturno devorando a su hijo, pintura de Francisco de Goya. |
La crisis de la UNAH se puede resumir en la representación del "Gran Padre". A lo largo de nuestra infancia, desde nuestra familias, se nos ha exigido guardar silencio ante los mayores; allí está el Gran Padre (no necesariamente masculino, sino símbolo de un sistema heteropatriarcal) con su gran garrote lleno de púas para castigarnos si hablábamos cuando no debíamos o si lo corregíamos y le mostrábamos su error. Desde nuestra infancia se nos condiciona para aceptar el dogma de la verticalidad y el autoritarismo ¿Cómo se espera entonces tener una generación de personas que entienda la participación democrática y las relaciones horizontales? La figura del Gran Padre se traduce después en La Rectoría, el Señor Presidente, el Pastor, el Cura, el novio, el esposo, el hijo mayor, etc. En el caso de la UNAH, son reveladoras frases como “¿son adultos los que dicen eso?”; para las autoridades, un joven es un incapaz para hablar de institucionalidad; aunque, cuando hay rebelión en contra de la figura gerontocrática, se persigue a los transgresores con todo el peso que les proporciona la verticalidad. Ante ello, lo que le queda a los estudiantes es responder con la única representación hondureña que pueden oponer: la del mártir, se asumen como un Cristo salvador que debe sacrificarse a la ira del "Gran Padre" para pagar los pecados de todos. Finalmente, este patrón se reproduce como un círculo kafkiano en nuestra sociedad: el hijo es incapaz de volverse un ser autónomo; por lo que siempre deberá ser tutelado por un padre omnímodo que exigirá su muerte (simbólica) a cambio de su "libertad", muy entre comillas; porque sólo se da una reforma parcial del sistema o la destrucción (ahora sí física) de la persona. Esta narración de sacrificio será realizada por medio de una visión romántica que los individuos participantes son incapaces de trascender; por ello están condenados, como Sísifo, a recoger la enorme roca y volver a intentar subir la colina.
La política en la UNAH (no de ahora, sino desde hace mucho) contra profesores, estudiantes y trabajadores, se resume en el viejo esquema de ser temido antes que amado, de vigilar y castigar a todo aquel que vaya contra una visión personal o señale errores en el proyecto institucional. Lo que se busca es la disminución del individuo ante la institución: “Usted es parte de este proyecto, nosotros no lo vamos a excluir; sino que es usted quien se excluye si elige no participar”, “haga lo que tenga que hacer, lo que se le ordena”, “debe devolverle a la institución aquello que le ha dado”; la universidad, en estas frases, se revela como un ente totalitario al que se debe servir antes que a una comunidad o al individuo. En el imaginario de las autoridades, las universidad no son los participantes en ella, sino un ente abstracto que debe ser defendido de sus enemigos, externos e internos, y esto sólo se puede lograr por la imposición de un orden a rajatabla, por medio de una jerarquía absoluta, de la supresión de la comunidad en favor de la autoridad. Hay una ideología de este tipo, que pregona la importancia del Estado sobre el individuo, pues éste último sólo existe para servir a la organización social misma; esa corriente ideológica se llama fascismo.
3 comentarios:
Me gusta la estética y el simbolismo que usas. Tu opinión me parece valiosa, pero en este momento hace falta dar una opinión objetiva y práctica sobre el fenómeno encaminada a la resolución del problema en tanto sea escuchada por las partes:
Los estudiantes han actuado de forma reaccionaria, inmadura e impulsiva, les ha preocupado más involucrar a las masas que conseguir objetivos (como si lo que más les interesara es hacer de la UNAH una escuela de malos líderes políticos). Las autoridades han actuado como fríos témpano de hielo, sordos y ciegos. Lo que hace falta es un punto medio; estudiantes que se manifiesten respetuosamente para lograr sus objetivos académicos y autoridades que sean empáticas y sensibles a las necesidades directas de los estudiantes.
No culpo a los estudiantes porque debido a su ignorancia solamente han repetido las formas políticas gastadas de la pseudoizquierda como cualquier ingenuo que comienza en la política.
Las autoridades son las que tienen mayor responsabilidad en este asunto porque ellos han tenido toda una vida para madurar y desarrollar su liderazgo; En este asunto ambas partes han estado en una posición de confrontación tan desproporcionada que a ojos de un tercero (yo) parecen dos ebrios peleando a la puerta de una cantina.
Me da lástima la política y la academia en Honduras. A qué cumbres civilizatorias podremos llegar si nos detienen aún las batallas intestinas sin causa?
Por eso dije que es un círculo en el que ambas partes están involucradas. Ya sé que no es excusa, pero la entrada está incompleta. En la segunda parte espero tratar el tema de la ideologización y la visión romántica.
¡Me encanta!
La problemática de la UNAH no es de ahora, y el caso esque el "gran padre"
Como lo mencionas, no ha sabido escuchar a sus hijos; practicamente no tienen derecho a dar su opinión, mucho menos a manifestarse y exigir, si lo hacen, lo tratan como un delincuente y al final no se resuelve nada, lo que se infunde es temor en sus otros hijos para que no se manifiesten ...
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