domingo, 12 de abril de 2009

12-04-09

Es domingo de resurrección, se acaba la semana santa y los vacacionistas regresan en enormes filas. Recuerdo que una vez me tardé seis horas en llegar a Tegucigalpa desde Choluteca gracias a los operativos montados por la policía. Pero no es eso lo que me llama a escribir hoy... siendo sincero este post no tiene ninguna razón de ser más que llenar un espacio, saltarme un hora después del almuerzo para volver a limpiar la casa o a terminar de revisar los últimos trabajos que por desidia quedan inconclusos.
Ha sido una semana muy corta como lo son esas semanas en que podés salir a la hora en que se te dé la gana y no tener que ver a nadie en tu casa por la obligación que da la vida cotidiana. Me he acostumbrado tanto a no depender de nadie desde hace mucho y eso a pesar de vivir en una casa llena de gente todo el tiempo, de esa forma sólo he aprendido que se está más solo en la multitud que cuando nos tenemos a nosotros mismos.
Es domingo de resurrección, domingo que para mí ya no tiene ningún significado religioso, más en el símbolo de "volver a la vida". Hoy como desde hace mucho no sucedía he reflexionado sobre tantas cosas que vivo, una llamada telefónica me ha mostrado que es una época oscura, los ideales y la necesidad están en la balanza todo por haber decidido jugar al filo de la navaja; pero vale la pena y trato de mentalizarme en el día feliz que vendrá, no mañana, pero sí en algún momento. Tantas cosas se acumularon y callaron que ya es hora de limpiarlas así se vaya la vida en ello y tener un poco de valor para gritarles en la cara a todos, no sólo a mis vecinos.
Además y para finalizar este post errático, quizás esta sea la última noche que pase solo para subir a la terraza a escuchar esto...

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