domingo, 26 de abril de 2009

De vuelta

Una vez más en Tegus. Ya al cruzar la aduana del Amatillo me sentí muy en casa y las tres horas para llegar se me hicieron eternas. Al bajar del bus, me despedí de todos y lo primero que hice fue irme a un concierto que organizaron unos amigos; pero no pude soportar el cansancio y el sueño, así que me regresé a la casa.
Hoy,una vez más puedo probar las "poderosas" con una taza de café, puedo decir que eso y las baleadas sería algo que no cambiaría de la comida hondureña. Toca arreglar todo para mañana volver a clases, terminar las lecturas que hacen falta y los trabajos pendientes. Vuelvo a la vida normal, como dijo un compañero de teatro en el bus.
Para contarles todo lo que me pasó (La maldición que parece habernos caído: se me fregó una cámara, a un amigo se le quedó la maleta, etc.) lo haré por días ya que son muchas anécdotas. Así que esperen mis lectores.
P.D: Muchos saludos a los amigos y amigas de Guatemala.

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