Todo cambió en el mundo
hasta las cosas sencillas: palangana, bocal.
Cuando detenida entre nosotros estaba
el agua dura y laminada,
algo nos llevó al más allá,
y, cual espejismo, se distanciaba
-construida por milagro- la ciudad.
A nuestros pies la menta se acostaba,
las aves seguían nuestra ruta larga
y los peces iban contra las aguas
y se abrió el cielo ante nosotros
cuando el destino nos siguió celoso
cuál un loco que lleva una navaja.
-Arseni Tarkowsky.
Nota: Más poemas de Arseni Tarkowsky en el blog del Grupo Literario Máscara Suelta.
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