[Noche del 26 de enero de 2013]
“Soñé que estaba en Praga con vos; sin embargo, no te veía ni podía percibir mi cuerpo o el tuyo. Solo éramos como dos voces en off que recorrían la ciudad; pero sí estaba seguro que eras vos mi compañía. Hablábamos de que no existían puentes en esa urbe. Yo te decía que eso no era cierto, que sí había uno; porque Joaquín Sabina lo mencionaba en una canción, y el puente tenía el nombre de un Rey o Emperador que se llamaba Wenceslao o Pedro. Luego vos me insistías en "que no, que no habían puentes en Praga"; porque no habían ríos. Entonces, ya sin la sensación de que éramos voces en off sino de que estábamos en algún parque praguense, aunque sin nuestros cuerpos, como fantasmas, mirábamos frente a nosotros una extensión muy grande de agua, algo tan inmenso que no sabíamos si era un río muy caudaloso o simplemente el mar. Después me desperté."
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