Producción del 2007, bajo la dirección y guión de Todd Hayness. Hace mucho había visto este filme e incluso lo presentamos en el Cine-club de la UNAH hace algunos años; sin embargo, la falta de tiempo sólo me había permitido escribir algunos apuntes dispersos al respecto. Hace unos días pude conseguir el DVD aquí en México, por lo que no pude evitar comprarlo y verlo con más tranquilidad, ya con el mayor discernimiento que te da el tiempo para entender muchas cosas.
El director declaró que la idea de este filme le surgió en 1999, poco después de mudarse de Nueva York a Portland, cuando se reencontró con la música de Bob Dylan. Una vez instalado en su nueva ciudad, inició un arduo trabajo de investigación sobre el compositor. Al respecto, Hayness dijo: “Al preparar I'm not there empleé tanto tiempo estudiando la historia creativa de Dylan como su historia personal, y con historia creativa quiero decir sus canciones, sus escritos, sus entrevistas, sus películas y todas las obras que le inspiraron. Esto no iba a ser un biopic convencional, así que decidí centrarme en los lugares donde su vida creativa y su vida real se entrecruzan o se reflejan. Leí sus biografías, en realidad, casi todos los libros que se han publicado sobre él.” En esta búsqueda, el director se encuentra con que mostrar una versión convencional de Dylan, pues es imposible: “Pienso que esos biógrafos en busca del Dylan real siempre fallaron y que uno no puede encontrar esa verdad si no es a través de alguna clase de ficción” y más adelante agrega: “Y cuanto más leía, más me daba cuenta de cómo el cambio personal, artístico, etc. había definido su vida. Y la única manera de mostrar eso era escenificarlo, destilar su vida y su obra en una serie de personajes e historias diferenciados. Los seis personajes que finalmente emergen encarnan las diferentes personalidades e instintos que conforman su vida, aunque todos tengan su raíz en los 60.”
La película fue aprobada por el mismo Dylan; pero él no se hizo presente de ninguna forma en el set ni tuvo relación alguna con los actores; aunque se dice que cuando leyó el guión sólo envió una nota a través de Jeff Rosen, su representante, con una sola palabra: “Sí”. Fue justamente este manager, amigos del cantante y Jessie, el hijo de Dylan, quienes verdaderamente apoyaron la filmación con sus entrevistas y recomendaciones. Los mismos actores aceptan que únicamente vieron películas, leyeron entrevistas y libros sobre y de Bob Dylan, de manera que estuvieran preparados para sus respectivos roles. De cierta forma, Dylan estaba y no estaba allí.
En el fondo, esta obra es la deconstrucción de un mito y ataca la idea de que un biopic debe tratar de reconstruir la imagen total de un personaje. El argumento nos muestra una visión segmentada que nos remite al personaje histórico original, a quien sólo vislumbramos al final. En ella encontramos al autor que se vuelve un vagabundo para seguir el camino de su ídolo Woody Guthrie, (El niño "Woody" interpretado por Marcus Carl Franklin), al cantante comprometido con las causas sociales el cantante y que renace como evangelista (Christian Bale que es Jack Rollins y el Pastor John), el artista que reniega del Folk (Cate Blanchett como Jude Quinn), el que abanodonó todo después de su accidente (Richard Gere es "Billy the Kid”), el que fue amante y padre (Heath Ledger es Robbie Clark) y el interminable interrogatorio al artista, personificación eterna del "enfiant terrible" (Ben Whishaw como Arthur Rimbaud). Quienes rodean la vida de Dylan también son una combinación: Charlotte Gainsbourg es Claire, representación de Sara Dylan y Suze Rotolo; Bruce Greenwood es el reportero Keenan Jones, un ficticio Mister Jones que persigue a Jude, para luego aparecer como Patch Garrett; y Julianne Moore es Alice Fabian, una referencia a la cantautora Joan Baez.
De este collage de seres se desprende un solo ser y también una mezcla de géneros cinematográficos que pasan por el documental, el drama, el western, el lirismo, el biopic, el musical, etc. Al mismo tiempo, es un intrincado tributo al cine que de y sobre el mismo Dylan se hizo. Constantemente encontramos referencias a Patch Garret and Billy the Kid, Reynaldo y Clara, Don’t Look-Back. Además, recorremos la carrera de Dylan, el largo camino que lo lleva a convertirse en quién es. Por nuestra vista pasan no sólo sucesos; sino que referencias a sus canciones y personajes de su creación.
I'm not there también es un mosaico sobre diferentes épocas al ser el mosaico sobre un artista. El director nos recalca: “Básicamente espero acabar con cualquier idea preconcebida sobre Dylan, verlo desde dentro y desde fuera, como persona creativa en un momento y lugar específicos y como verdadera personificación de la diversidad americana, sus conflictos, sus rebeliones y sus tradiciones.” Al relatar la vida de Dylan, se relata la vida de los Estados Unidos tanto del siglo XX (periodismo, música, Generación Beat, movimientos de lucha social y la guerra de Vietnam) como del XIX, (en la imagen del lejano oeste que aparece con Billy The Kid). Finalmente, se nos plantea la responsabilidad del artista, su lugar en este mundo, su tiempo y su capacidad para transformarlo.
No puedo despedirme sin decirles que fue el gusto que le tengo a la música de Bob Dylan lo que en principio me movió a ver este filme, y, para buena fortuna, éste está acompañado de una hermosa banda sonora con increíbles adaptaciones; así que les recomiendo que la busquen si pueden. Por lo pronto, ya incluí algunas a lo largo de este artículo. Me despido y los dejo con el trailer.
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