Hoy fui a un concierto de Joaquín Sabina, llegué con una hora de antelación para evitar las filas (ellas y yo somos enemigos naturales); así que me tocó estar con mi cafecito en el teatro vacío. Mientras todo se iba llenando, me dio por ponerme a pensar en el tipo de vida que he llevado hasta ahora, en lo interesante y plena que ha sido a pesar de los dolores.
Tengo muchas historias para contar, viajes, poemas y garabatos por allí guardados que ya ni sé si publicaré. He leído dulcísimos libros, visto tantísimas películas en buena compañía, escuchado música hasta el escalofrío y llorado ante pinturas de ángeles con nombres de puentes. Adoro mi trabajo, disfruto aquello a lo que me dedico. Desde mi infancia me he sentido amado por aquellos que me rodean. Me he enamorado varias veces: amores que no me pararon bola, amores que me dieron cachetadas, amores que me dejaron estancados sin poder pronunciar una sola palabra o pronunciando demasiadas sin decir nada, amores que me mintieron o me dejaron esperando y esperando. He conocido hombres y mujeres increíbles, y, aunque siempre habrá aquellos traicioneros, tengo muchos buenos amigos, gente interesantísima que llena mi existencia en este país, en mi tierra y en otros países lejanos.
Tengo muchas historias para contar, viajes, poemas y garabatos por allí guardados que ya ni sé si publicaré. He leído dulcísimos libros, visto tantísimas películas en buena compañía, escuchado música hasta el escalofrío y llorado ante pinturas de ángeles con nombres de puentes. Adoro mi trabajo, disfruto aquello a lo que me dedico. Desde mi infancia me he sentido amado por aquellos que me rodean. Me he enamorado varias veces: amores que no me pararon bola, amores que me dieron cachetadas, amores que me dejaron estancados sin poder pronunciar una sola palabra o pronunciando demasiadas sin decir nada, amores que me mintieron o me dejaron esperando y esperando. He conocido hombres y mujeres increíbles, y, aunque siempre habrá aquellos traicioneros, tengo muchos buenos amigos, gente interesantísima que llena mi existencia en este país, en mi tierra y en otros países lejanos.
Sí, me duele Honduras, me duele el destino sufrido por cada uno de nosotros allá, sé que todo puede irse a la porra en cualquier momento. Sí, "todo esto se va a perder como lágrimas en la lluvia" (aunque yo preferiría una gran carcajada), sin embargo, justamente eso da sentido a todo esto, porque no habrá otra existencia, ni se repetirá este momento en la eternidad, ni tendrá ningún significado por sí mismo. No es conformismo o ausencia de desgracias; pero soy feliz, me llena estar vivo. Y, carajo, como decía Frida: ¡Qué viva la vida!