miércoles, 28 de mayo de 2014

28-5


“El amor se ha salvado por su “idea”, es decir, por su unidad. Se ha salvado porque partiendo de la dispersión de la carne lleva a la unidad del conocimiento, porque su ímpetu irracional es divino, ya que hacia lo divino asciende. La idea primera que del amor se crea, es ya mística. Por eso es un gran error lo que tantas veces se ha dicho: que el amor místico es un trasunto del amor carnal tal y como se da. Es todo lo contrario: el amor carnal, el amor entre los sexos, ha vivido “culturalmente” es decir, en su expresión, bajo la idea del Amor platónico que es ya mística.”

-Texto de María Zambrano, Filosofía y poesía. Pintura titulada Unlock de Christian Schloe.

domingo, 25 de mayo de 2014

25-5





-Marjane Satrapi, de la novela gráfica Pollo con ciruelas.

viernes, 23 de mayo de 2014

A la orilla de la chimenea


Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo,
tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.

Y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu dios, tu asesino.

O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor,
que me falta valor para atarte a mi cama.
Puedo ponerme digno y decir:
“Toma mi dirección cuando te hartes de amores
baratos. De un rato me llamas”.

Y si quieres también
puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adiós y tu “ven”,
tu manta y tu frío,
tu resaca, tu lunes, tu hastío.

O tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda,
en mitad de la calle y desnuda.

Y si quieres también
puedo ser tu abogado y tu juez,
tu miedo y tu fe
tu noche y tu día.
Tu rencor, tu por que, tu agonía.

O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea,
a esperar que suba la marea.

-Joaquín Sabina. 

sábado, 17 de mayo de 2014

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

-Cesare Pavese.

martes, 6 de mayo de 2014

6-5

"Y así los reproches de Platón a Homero se tornan en otras tantas alabanzas, en otras tantas pruebas de su fidelidad, de su martirio. Acusa Platón al divino cantor de andar errante por los caminos, de pueblo en pueblo, cantando. Acusa, el que no deja ningún modelo de vida, como hiciera Pitágoras, para guía y ejemplo de los demás hombres. Da por sentado que el único quehacer importante del hombre es el medio de descubrir el medio de gobernar sus días y poderlo transmitir a los demás para ayudarles en idéntica tarea. Y Homero, con atreverse a hablar de todas las cosas divinas, no hizo nada de eso. Y todavía más, denuncia  que si la compañía del cantor hubiera sido dulce y provechosa, amigos y discípulos le hubieran retenido junto a sí, o arrastrados por el amor al maestro, hubiesen partido junto a él en sus caminatas. Insiste, insiste Platón, con la terquedad del que quiere dejar bien amartillado su razonamiento: si Homero hubiese sabido realmente alguna ciencia o hubiese sido capaz de realizar hermosas hazañas, no se hubiera dedicado a cantar las de los demás, pues es superior el hacerlas que cantarlas. 

Y con todos estos reproches y acusaciones -tan certeras- de Platón, lo que hace es ponernos en evidencia la manera de vivir del poeta, su generosidad, su fidelidad a aquello que recibió sin buscarlo, que le lleva a donárselo a los demás, sin que los busque, caritativamente. Bella imagen venerable del poeta, ésta que en Homero se dibuja. Sin aguardar ser buscado, va como la poesía misma, al encuentro de todos, de los que creen necesitarla y de los que no, a verter el encanto de su música sobre las pesadumbres diarias de los hombres, a rasgar con la luz de las palabras las nieblas del tedio, a volver ligera la pesadez de las horas. Va también a consolar a los hombres con la rememoración de su origen. Pues la poesía tiene también su reminiscencia. Va a llevarles la memoria y el olvido.  

El poeta no toma jamás una decisión, es cierto. El poeta soporta únicamente este vivir errabundo y como sin asidero. Soporta el vivir instante a instante, pendiente de otro a quien ni siquiera conoce. Entreve algo en la niebla y a esto que entreve es fiel hasta la muerte, fiel de por vida. Y no le exige, como el filósofo, ver su cara para entregarse a él. No lucha al modo de Jacob con el ángel. Acepta y aun anhela ser vencido."

-María Zambrano, Filosofía y poesía.

domingo, 4 de mayo de 2014

Se levanta el viento


Se levanta el viento (Kenzei Tachinu) es la última película de animación que dirigirá Hayao Miyazaki (o por lo menos eso declaró él). El título proviene del poema Cementerio Marino del francés Paul Valéry, el cual les recomiendo que lean si es que quieren entender la metáfora y el vitalismo que se desprende de esta obra. Además, este filme es una adaptación de la novela homónima de Tatsuo Hori y del manga dibujado por Miyazaki.  

Antes que nada, debo advertirles que saldrán decepcionados todos aquellos que esperen el tono fantástico que ha predominado en los filmes de este autor; pero quienes puedan ver más allá encontrarán una gran riqueza en esta obra. Miyazaki se decanta por lo biográfico en esta ocasión y narra la vida de la Jirō Horikoshi (1903-1982), el ingeniero que diseñó la flotilla de aviones de japoneses usada durante la Segunda Guerra Mundial. El trasfondo guerrerista causo una seria polémica tanto en los movimientos de izquierda, que lo señalaron de apólogo de los militares, y con la derecha más conservadora de su país, que lo acusaron de anti-patriota por mostrar al Japón de la época como un estado totalitario. Habría que aclarar, claro está, que el personaje de Jiro sólo usa el aparato militar como un medio para llevar a cabo su anhelo; así que, siendo sincero, hay cierta inocencia casi irreal y hasta criticable, pues este joven no llega a plantearse ningún conflicto al saber para qué se usarán los aviones.    

Precisamente la pasión y el vitalismo es el numen de este filme. La fuerza vitalista está representada en la metáfora del viento, símbolo del poema de Valéry, que sirve como divisa entre Jiro, su esposa y la imagen en sueños de su admirado Giovanni Caproni (diseñador italiano). El anhelo desmesurado por la vida se manifiesta en el deseo ardiente de Jiro por diseñar aviones, su conmovedor amor por Nahoko Satomi; a la vez, el contrapunto es la guerra, la enfermedad de Nahoko, la pobreza del Japón de la época y el terremoto de Kanto.

Recomiendo ver este filme con ojo atento, porque sólo lo disfrutarán quienes están acostumbrados a las metáforas sutiles; en cambio, se llevarán un fiasco aquellos que esperen gran efectismo y diseños hiperbólicos. No es del todo sorprendente si tomamos en cuenta que su director es un ambientalista confeso. Presten atención, sobre todo, a la presencia de la naturaleza, el uso de simbolismos constantes en los que esta interviene y los hermosos diseños de lo paisajes japoneses. 

Para finalizar, yo podría incluso catalogar esta película como manifiesto artístico, una despedida en la que Miyazaki reflexiona a través del personaje sobre lo efímero de la vida y el arte “¿Valieron la pena esos diez años?” Le pregunta el fantasma de Caproni a Horikoshi. Es más, la pasión del personaje principal podría ser la analogía de la misma del autor, llevando al grado de "ars poética" sus reflexiones en torno a los sueños y el trabajo; pero es también la que cualquier ser humano podría sentir en cualquier momento. Se levanta el viento, digna despedida del maestro Miyazaki, es un canto a la pasión y a la fuerza de la vida, aun cuando la muerte se cierne sobre todos nuestros actos.