viernes, 31 de octubre de 2008

Para encontrarse en el cómic underground.

"The little guy inside my brain" (1986) dibujo de Robert Crumb.

martes, 28 de octubre de 2008

Medios de comunicación nazionales.

No, no está mal escrito. El nazismo se caracteriza por establecer la supremacía jerárquica del estado sobre el individuo , de tal forma que el último es sacrificable. El individuo ya no es la razón del estado, sino el estado mismo y en ese sentido actúan los medio actuales.

Honduras ha caído en el nuevo solipsismo: el de los medios de comunicación que desinforman y deforman al ciudadano, del que no se espera más que el sometimiento al status quo. Vemos que se cumple la frase de de Robert Mankoff en el Saturday Review: “si un árbol cae en el bosque y los medios de comunicación no están allí para contarlo, ¿cae de verdad?” y sobre todo cuando se aceptan frases como las siguientes "Mel debería pedir perdón a E.E.U.U" ¿la idea de libre, soberano e independiente les dirá algo al heraldo?; En frente a frente, un profesional del derecho invitado a una charla sobre las relaciones internacionales dijo "El principio de igualdad de los estados es sólo una idea bonita" Seguramente el quería instruirnos sobre lo que le enseñaron en la facultad de derecho "Leyes=ideas bonitas"; ni hablar de toda la programación basura, del ocultamiento de información vital por el bien de la República (SU república, como dijo F.Estrada, no la nuestra) ¿ejemplos? la forma en que se manejó la huelga de fiscales, la aprobación del ALBA, la educación sexual, la huelga en la UNAH, etc... En todos estos casos tuve que acudir o bien a la fuente de los hechos o a medios extranjeros para informarme. En el fondo no se trata de si el medio es un conglomerado o no , se trata de que sea verás y que no responda a ningún interés que no sea el de comunicar.

Morazán claramente hizo alución muchas veces a que esta no era su Patria y en efecto no la sigue siendo; porque la verdadera será la que construirá alguna generación venidera, si es que llega, y aveces pienso que no deja de tener razón quien me dice que esta América Latina de hoy es sólo un error, una terrible distopía.

lunes, 27 de octubre de 2008

Partido Liberal vrs Partido Nacional.

Lastimosamente en la imagen no se incluyen bebesaurios, payasosaurios y los recientemenete descubiertos izquierdosaurios y derechosaurios; sobre los últimos dos los palentólogos aún se preguntan si en realidad son la misma cosa.

Radiohead- Last flowers.

Esta parte me gusta bastante:

" And if I am gonna talk/I just wanna talk/Please don’t interrupt/Just sit back and listen/cos i can't face the evening straight/you can offer me escape/houses move and houses speak/if you take me there you'll get relief, relief, relief, relief/relief, relief."

Los que sepan inglés bien me corrigen; pero supongo qué sería algo así como:

"Y si voy a hablar/Solo quiero hablar/Por favor no interrumpas/Solo sientate y escucha/Porque no puedo enfrentar al anochecer/Puedes ofrecerme escapar/Las casas se mueven, hablan/Si me llevas obtendras alivio, alivio, alivio, alivio/alivio, alivio."

jueves, 23 de octubre de 2008

La librería por temporadas.

La idea no es totalmente mía y hay alguien con quien comparto créditos por ella, lo que pienso es lo siguiente: hay que abrir una librería de verdad. -¡Oh!- dirán ustedes- no es la idea más original del mundo.- Pero claro que sí. A ver, todo se resume en que no soy el primero quejándose porque la mayoría de nuestras librerías nacionales(¿o serán más papelerías?) parecen bodegas donde se pudren los radiadores de nuestros ojos por buscar "algo nuevo e interesante, que no sea nacional." Por ello, abriremos una especie de librería-club (más tarde pensaré otro forma de explicarlo
correctamente)

La reglas porque se regirá esta librería-club son muy sencillas: Sólo traeremos lo último de lo último , es decir lo no vendible y por tanto será una librería de bibliófilos y sin el interés monetario que conlleva el sólo hecho exclusivo de vender libros, sólo abriremos por temporadas y cuando tengamos ya los libros necesarios pedidos con antelación por nuestros lectores, para que el libro salga más barato, de viaje en viaje que varios amigos hagamos los traeremos y trabajaremos (!¡) digo, mataremos tiempo cuando nuestros exclusivos lectores vengan a buscarnos.

He pensado varios nombres: "Les amis du livre" como tributo a los surrealistas, "París" pero más afrancesado no se podía, "Donde la mula botó a Genara y a Genaro" por aquello de la igualdad de género, para que nadie crea que Genaro es "el macho Alfa" de la manada y que se cae primero por demostrar que Genara es hembra débil lo cual nos traería muchos problema con amigas feministas a las que respeto mucho, y , finalmente, "Librería de pié" pero ya existe un café que se llama así, etc.

Una verdadera máquina de hacer pájaros ¿no creen? antes de que comiencen a jalarse los cabellos por está idea quijotesca ¡Por favor recomienden un nombre!

lunes, 20 de octubre de 2008

20-10-08: Goodbye cruel T.V.

Después de cambiarme de cuarto, de llevar todos mis libros, de arreglar muchas cosas viejas, de limpiar tanto polvo acumulado; he decidido vivir sin T.V. el mayor tiempo posible. Aunque esto resulte un tanto banal es de interés saberlo, más tomando en cuenta que en mi casa no se deja apagado ni un sólo momento, ya sea en la sala de cada uno o en el cuarto. Así que a partir de ahora y por cuanto pueda soportar me limitaré al uso necesario: Para ver películas en el D.V.D. ¡La cinefilia no la puedo abandonar!

viernes, 17 de octubre de 2008

"Éloge de l'amour" Trailer.

Esta película es de uno de mis directores favoritos: Jean Luc Godard. No entiendo muy bien todo lo que dicen y eso me hace preocuparme por mis clases de francés, como siempre que me enfrento al francés de alguien que lo habla como lengua natal, pero sí las palabras del final:

-¿Usted conoce la frase de San Agustín "la medida del amor es amar sin medida"?.

-Sí.

Haciendo un agregado a este post ¿por qué la gente cree que esta frase se refiere a un amor ilimitado? realmente yo la entiendo como un "dejar ser" el sentimiento en libertad sin preguntarse por la medida ¿será que sólo yo lo entiendo así?

sábado, 11 de octubre de 2008

Método de crítica nunca antes visto.


Dedicado a las amigas y los amigos de la carrera que AMAN las clases de crítica.

jueves, 9 de octubre de 2008

Correr y vivir.

Antoine Doinel corría hacia cosas más grandes que él mismo, dice una canción llamada "L'amour en fuite" de la banda sonora de la misma película. No sé por qué no me había dado cuenta de esa necesidad que había perdido desde la adolescencia: Salir corriendo hacia ningún lugar. Un psicólogo relacionó mi sentimiento con una profunda depresión; para mí sólo era el reflejo de un objetivo no satisfecho, es decir, vivir.
Ayer, no pude evitarlo, comencé a correr y sentí cierta vitalidad que había perdido, estallé en risa ante el cansancio y el ahogo, una especie de libertad. Recordé todo esto al mirar el vídeo de presentación de Nocilla Experience, por pura coincidencia, ese mismo día en el blog de Darío y leer:

Tampoco nadie sabe por qué corremos por mapas secretos y cortamos el aire.
Correr hacia Saigón(...) Saigón, mierda aun sigo solo en Saigón.

Sí, "Solo" esa es la palabra. Solo; pero corriendo hacia algún lugar y por tanto vivo. Aunque a veces me pregunte por qué me engaño diciéndome "vivo".

sábado, 4 de octubre de 2008

¡Silencio!...

No, no lo entiendo, no entiendo como la gente no aprecia el silencio, como tiene que escuchar algo para escapar, y a veces algo tan trivial como un televisor (teleadictos hogareños) o la música a alto volumen con canción de moda (lo digo por los buses). Y no, nadie puede estar (o viajar) en silencio por un momento, no pueden oír , les molesta, no pueden quedarse parados para verte a la mitad de una escalera tomando un café y mirando, sólo mirando sin que lo tachen a uno de misántropo loco desde abajo. Y no, no es ese silencio dictatorial de no-pensamiento, ni el silencio que da un dolor profundo; sino ese silencio de escuchar, escucharte y escucharnos para hablar, hablarte y hablarnos.

viernes, 3 de octubre de 2008

Je m'a dit que pour moi est la solitude, l'amour, la douleur et puis le silence...

El poema que leen en la escena, no es más que un collage del libro La capital de la douleur de Paul Éluard en la película Alphaville del Director Jean-Luc Godard, salvando la mala traducción que hago:


"Ta voix, tes yeux, tes mains, tes lèvres. Nos silences, nos paroles. La lumière qui s'en va, la lumière qui revient. Un seul sourire pour nous deux. Pas besoin de savoir. J'ai vu la nuit créer le jour sans que nous changions d'apparence. O bien aimée de tous, bien aimée d'un seul, en silence ta bouche a promis d'être heureuse. De loin en loin dit la haine, de proche en proche dit l'amour. Par la caresse nous sortons de notre enfance. Je vois de mieux en mieux la forme humaine, comme un dialogue d'amoureux. Le coeur n'a qu'une seule bouche. Toutes les choses aux hasard, tous les mots dits sans y penser. Les sentiments à la dérive. Les hommes tournent dans la ville. Les regards, la parole et le fait que je t'aime, tout est en mouvement. Il suffit d'avancer pour vivre, d'aller droit devant soi vers tous ceux que l'on aime. J'allais vers toi. J'allais vers la lumière. Si tu souris, c'est pour mieux m'envahir. Les rayons de tes bras entrouvraient le brouillard."

(Tu voz, tus ojos, tus manos, tus labios. Nuestro silencio, nuestras palabras. La luz que se va, la luz que vuelve. Un único sonreír para nosotros dos. Sin necesidad de saber. He visto la noche crear el día sin que cambiemos de apariencia. Oh bien amada por todos, bien amada por uno solo, en silencio tu boca prometió ser feliz. De lejanía en lejanía dice odio, de cercanía en cercanía dice amor. Por la caricia salimos de nuestra infancia. Veo cada vez mejor la forma humana, como un diálogo de enamorados. El corazón tiene una sola boca. Todas las cosas al azar, todas las palabras dichas sin pensar. Los sentimientos a la deriva. Los hombres giran en la ciudad. Las miradas, la palabra y el hecho de que te amo, todo está en movimiento. Basta con avanzar para vivir, dirigirse delante de sí hacia todos aquellos que amamos. Iba hacia ti. Iba hacia la luz. Si sonríes, es para invadirme mejor. Los rayos de tus brazos entreabrían la niebla.)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Poemas de Antonio José Rivas.

Ya hace ocho años que leí su primer libro y ahora como buen "antojologo" (porque a cabalidad con las palabras de Armando Maldonado: "En Honduras no hay antológos, sino antojológos) publicaré mi poema preferido de cada libro.

Antonio José Rivas (Comayagua, 1924-1997) sólo publicó un libro en vida: Mitad de mi silencio (1964), editado dos veces hasta ahora. Como dato curioso, en la segunda edición tenía cuatro poemas más. Aparte,  entre su obra póstuma está El agua de la víspera y El interior de la sangre. La poesía de Rivas toca temas como la muerte, los lazos de sangre y fraternos y el paso del tiempo; marcados por una profunda tristeza y soledad sin dejar la esperanza de lado; porque como bien dice en su poema la sangre desterrada:"Llorar ha sido siempre un sacramento / en la doliente claridad del hombre".

Esta casa que digo

He construido una casa,
piedra a piedra, alma a alma,
en el centro de una isla,
cerca, cerca del cielo.

Sus muros
-blancos muros-
son lo
suficientemente altos
para mirar la altura de los árboles,
el amor de las aves.

La plomada le cae al amor en el pecho.

La luz
por todas partes se asoma,
ve, vigila,
porque en la casa que digo,
todo, todo,
hasta el barro y la cal es transparente.

Esta casa es un cuerpo,
un ser edificado
de pura humanidad:
alza, estrecha sus muros
para salvarme
sólo.

Con un nombre imborrable
llamo a la puerta,
a veces,
y allá,
de lo profundo,
siempre responde el alma.

Pinto nubes ligeras
y pesadas columnas.

Las palomas revuelan
dejándome su nombre
en las manos de un niño.

Las palabras,
por suaves,
las repite el silencio.

Esta casa es un nido.

El viento que la azota
le resiste el tormento,
y, fuera,
le da al mundo
su cuerpo sonoro.

Si alguna vez
se entreabre su rosa de silencio,
la casa se expande,
se ensancha como un éxtasis.

Crece,
crece la casa:
para colmarla,
entonces, es necesario un niño.

Siempre,
bajo el invierno,
esta casa es más vieja;
se regresa en los siglos
y se aroma de la líquida luz
de los recuerdos.

Se encierra en el invierno
y se envuelve en la manta secreta de la niebla;
pero, ay, yo no entiendo,
en todas las estaciones habita el otoño.

Un susurro de cal
le ha pintado de abejas
las paredes.

Cuelgan los cortinajes
como vagos recuerdos.

Excavo en la caricia
y encuentro manos tibias
rosándome la frente,
dulces labios diciendo frases definitivas,
y un no sé qué
de un beso
y una voz
que se busca los labios
en la pena.

Y si excavo en la roca
-duro sueño grisáceo-
descubro aves desnudas,
minerales callados,
flechas, piedras de punta,
una concha marina:
pétrea luz en el pecho
de un mar sepultado;
peces huidos
y absurdos
del miedo de la tierra.

La oscura reflexión de la caverna;
cielos hechos
de lívidas palomas desterradas,
de pájaros sin nombre;
formas hipnotizadas
de ígneas rosas
de piedra;
arroyuelos agrestes
con secuestros de luna,
como quien,
por debajo del alma,
se asomara a los astros;
marsupiales errantes
con un monstruo en el pecho,
y un rubor prematuro
de dioses en reposo;
y las sonrisas óseas
-siempre bajo la tierra-
abriéndole,
discretas,
la mansión a los árboles;
y un terrícola humilde,
de residuales algas
y raíces nocturnas
humilde pero hondo
como un dolor de siglos
colgado de los árboles.

Un poco más abajo,
más abajo,
el olvido,
disuelto en la memoria de los mares
o en el basto diluvio
del recuerdo.

Yo me busqué las manos,
ya entonces descarnadas,
y las tenía encima
de una diosa dormida.

Un letrero de luz:
es un nombre adorado.

De tanto decir siempre el mismo nombre
he aprendido a morar
en mi secreto.

Cuando pienso en la muerte imborrable,
el aire se llena de altas
voces antiguas,
y se vuelve reciente
la amarilla osamenta
de las vigas.

El dolor tiene un cuerpo
perdido en los rincones.

El espejo del fondo
que, a diario,
duro, duro,
golpéame en el rostro,
es la forma de luz de la conciencia.

La casa está construida
sobre la antigua lámpara
que mira en la ventana.

¡La casa de los sueños!

A veces entro en ella
para asomarme al mundo.

(Del libro El agua de la víspera)

Lectura para el que nunca le ha cantado a un hijo

I

Tú has nacido en un sitio verdadero,
lejos del mar
y cerca del olvido;
en un lugar
donde aun la patria llora
aunque nadie lo diga;
en un planeta sudoroso
y triste
que aun discute su origen
y su carga
al rededor de un parque de ceniza;
en un país de rigurosa piedra
donde vivir es tan sólo una pena
tocada de azul convaleciente,
de un silencio que escucha
y nos devuelve
el asiduo rumor de las estrellas;
en un país de portentosa niebla,
de habitantes extraños,
incongruentes,
que aun encienden hogueras en las vísperas
y que se santiguan
con las manos sucias,
que le venden las cruces a los muertos
y aun le niegan las flores
a los vivos.

Tú has llegado a la luz de cuerpo entero
y eres un hijo mío:
testimonio
de que naciste solo
en una aldea
con las manos sedientas de rocío
Llegaste a tiempo de sumar las horas
con los naufragios
(y la luz a ciegas)
llegaste a tiempo de mirar el rostro
fatal del siglo veinte,
y esperar
los navíos cargados de despojos,
de sangre y luto y alguien
que dijo la verdad
y busca un sitio más para sus huesos.
Tú ya has cruzado la cercana niebla,
la sombra más adicta a la medalla,
la costra gemebunda de los días
llorándole el recuerdo a las estatuas
y a los ríos más lentos
su camino.

Tú has llenado de amor
todo el paisaje,
me debes sólo el corazón,
tan sólo;
y has de inclinar la frente
ante la vida
pero todas las tarde,
por si acaso,
por si acaso hay un lirio profanado.

2

Por fin me has dado un paso en la blancura,
y eso ya es levantarse de mañana
sobre la tierra oscura
y acosada
sobre tu dulce infancia
sostenida
sólo en la flor segura
y en mi mano.

Por fin me has dado un paso en la sonrisa:
aguas sin barcos,
soledades sin frío;
y dice tu mamá que ya caminas,
y dice tu mamá que ya eres hombre
de dar un beso y consagrar el vino; y qué quieres que yo haga
si andan locos,
si andan locos de dicha
los caminos...

(Del libro El interior de la sangre)

Autoelegía del hombre que se quedo solo

I

Llano del tiempo firme.
Una piedra. Una cruz.
escribo desde el mapa llorado del silencio
vertical en la sombra de mi espacio dormido...
Una herida en la tarde.
Yo me vine al pie de una caricia
desmoronada. En un suspiro.
dejando el ala curva de mi sangre
para el vuelo del polvo
y de lo árboles.
Yo me vine una tarde...
Y hoy sustento otra sombra,
la vista helada
y el corazón quebrándose en mi nombre.
Aquí todo es igual:
crecen signos hermanos
y universos sencillos.
El color de la raza:
un pormenor de copia
ya archivado.
La vanidad no llora,
pero tampoco ríe.
El orgullo es un gallo
sin canto y sin motivo.
La estatura se acuesta
por humilde,
en la sombra.
La esperanza es sencilla:
ojo inmóvil helando los contornos del tiempo.
El recuerdo: no tanto,
el filósofo sabe por su espejo
que es diáfano testigo de lo que no sabe.
Y el poeta se suicida en sus alondras
para que al menos sobreviva el ala.

II

Aquí la tierra crece sobre el cuerpo
de un modo natural y sin reservas.
Allí la tierra muere bajo el aire
y al lado de la sangre
y de la lágrima...
Allí muere la tierra.
desde la tierra grande de la Patria
hasta la humilde tierra para beber las lágrimas.
Para tender al niño
que aún implora su almohada.
Para sembrar el vuelo,
la sombra de los árboles.
(Aquí crece la sombra por instinto)
y hasta para querer falta la tierra,
que es carne y savia y nombre de la Patria.

Pero esta tierra es mía.
ni rosas ni plegarias.
Yo me conformo con que en el silencio
le hagan dulce la vida
en lo que puedan
a mi madre,
a mi cercana sangre,
a la gente de amiga claridad
y al pobre perro
que alargando su olfato entre la sombra
aún espera los viernes mi retorno.

III

Aquí la tierra crece sobre el cuerpo
de un modo natural y dulcemente.
Ya no pesan las flores ni las lluvias.
Ya no pesan los días ni los astros
caídos sobre el viento.
Ya no pesa la luz ni su conjunto.
ya no pesan las piedras,
ni los pastos,
ni el salto del conejo,
ni el ala súbita de los murciélagos,
ni la cristalina piel de los corderos.
No pesan ni el dolor,
ni todo el aire,
ni la noche, ni el sol,
ni la alborada,
ni el sonido, ni el pez, ni la memoria,
ni el olvido, ni el mar...

Sólo, tan sólo pesa, compañera,
sólo pesa una herida
irremediable:
la herida que me abriste en el costado,
compañera del alma ¿lo recuerdas?

IV

Por ti en esta elegía, por ti,
ya desde el fondo de la muerte
vertical en la sombra de mi espacio dormido:
escribo con mis huesos.

(Del libro Mitad de mi silencio)