viernes, 31 de enero de 2014

Una dura lluvia va a caer...

"Oh, ¿dónde has estado,
mi querido hijo de ojos azules?
¿dónde has estado,
mi joven querido?

He tropezado con la ladera
de doce brumosas montañas,
he andado y me he arrastrado
en seis autopistas curvadas,
he andado en medio
de siete bosques sombríos,
he estado delante
de una docena de océanos muertos,
me he adentrado diez mil millas
en la boca de un cementerio,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

Oh, ¿y qué viste,
mi hijo de ojos azules?
Oh, ¿qué viste,
mi joven querido?

Vi lobos salvajes alrededor
de un recién nacido,
vi una autopista de diamantes
que nadie usaba,
vi una rama negra
goteando sangre todavía fresca,
vi una habitación llena de hombres
cuyos martillos sangraban,
vi una blanca escalera
cubierta de agua,
vi diez mil oradores
de lenguas estaban rotas,
vi pistolas y espadas
en manos de niños,
y es dura, es dura,
es dura, y es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

¿Y qué oíste,
mi hijo de ojos azules?
¿Y qué oíste,
mi joven querido?

Oí el sonido de un trueno,
que rugió sin aviso,
oí el bramar de una ola
que pudiera anegar el mundo entero,
oí cien tamborileros
cuyas manos ardían,
oí diez mil susurros
y nadie escuchando,
oí a una persona morir de hambre,
oí a mucha gente reír,
oí la canción de un poeta
que moría en la cuneta,
oí el sonido de un payaso
que lloraba en el callejón,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es dura la lluvia que va a caer.

Oh, ¿a quién encontraste,
mi hijo de ojos azules?
¿Y a quién encontraste,
mi joven querido?

Encontré un niño pequeño
junto a un pony muerto,
encontré un hombre blanco
que paseaba un perro negro,
encontré una mujer joven
cuyo cuerpo estaba ardiendo,
encontré a una chica
que me dio un arco iris,
encontré a un hombre
que estaba herido de amor,
encontré a otro,
que estaba herido de odio;
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

¿Y ahora qué harás,
mi hijo preferido?
¿Y ahora qué harás,
mi joven querido?

Voy a regresar afuera
antes que la lluvia comience a caer,
caminaré hacia el abismo
del más profundo bosque negro,
donde la gente es mucha
y sus manos están vacías,
donde el veneno
contamina sus aguas,
donde el hogar en el valle
encuentra el desaliento de la sucia prisión,
y la cara del verdugo
está siempre bien escondida,
donde el hambre amenaza,
donde las almas están olvidadas,
donde el negro es el color,
y ninguno el número,
y lo contaré, lo diré, lo pensaré
y lo respiraré,
y lo reflejaré desde la montaña
para  que todas las almas puedan verlo,
luego me mantendré sobre el océano
hasta que comience a hundirme,
pero sabré bien mi canción
antes de empezar a cantarla,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer."

-Bob Dylan.

miércoles, 22 de enero de 2014

El adiós a un gran amigo

Aquella mañana de agosto del 2004, no me imaginaba el vuelco que iba a dar mi vida. Fue el día que inició el Taller Literario Edilberto Cardona Bulnes, en el cual pude conocer a muchos de mis actuales amigos (hermanos debería decir). Bajo la instrucción del poeta Fausto Maradiaga, cada viernes estábamos, unas veces puntuales y otras no tanto, para discutir y revisar las creaciones literarias de los que asistíamos. Así fue durante tres años hasta el último período de 2007, cuando nuestro maestro se jubiló; cerrando de esa forma una de las etapas más importantes de mi vida. A la larga, fue esa experiencia la que me hizo decidirme a estudiar Literatura.  

Gracias a Fausto, aprendimos mucho sobre poesía; pero más que eso, nos enseñó sobre la vida, sobre el amor a la vida y el valor que se requiere para continuar con ella, dando la batalla en un país que parece recordarnos a cada instante que nuestra misma existencia no vale nada. Contrario a la línea general de la literatura hondureña, sumamente depresiva y con al rededor de cincuenta poetas suicidas, acostumbraba citar que "si el arte se desentiende de la vida, la vida se desentiende del arte". 

Era como un segundo padre para cada uno de nosotros. Hace unas horas me anunciaron que ha muerto y siento una enorme tristeza. Pude verlo días antes de mi regreso a México, estuvimos horas platicando con algunos de los amigos del taller. Cuando nos despedimos, no me esperaba que fuera la última vez, aunque su estado de salud en el último año me hacía tener una mala espina. 

Fausto Maradiaga nos formó y en cada uno de sus alumnos se va a continuar su legado, esa es su victoria, la de los grandes maestros.


viernes, 17 de enero de 2014

El recuerdo que buscaba.

"Si mal no recuerdo fue la tarde del sàbado 17 de enero de 2004 en Paradiso, en la mesa del patio que está cerca de la cocina. Allí conocimos a Rolando Kattán, quien nos recomendó un cachimbo de poetas por leer y nos presentó a Anarella, quien nos dijo que el local estaba disponible para cuando quisiéramos leer nuestros poemas. Ese día había reunión para conformar la Sociedad Literaria "Pájaro Azul". Molina no llegó. Tampoco una chava llamada Roxana. Solo Gabriel, Manuel y yo. De allí surgió lo de "La Trinidad". Y al salir, no sé si por Turicentro, sonaba "Yesterday" y se nos ocurrió identificarnos con un Beatle: Manuel era McCartney, Gabriel era John Lennon y yo era George Harrison. No sé si a Molina le dejamos a Ringo Starr. ¿Era esto el recuerdo que buscabas, Manuel?"

-Euclides, después de responderme una pregunta.

lunes, 6 de enero de 2014

“En un país de nombre abismo".

Hace unos días regresé a mi país para pasar vacaciones y puedo decir que Honduras sigue igual o quizás un poco peor. Llegar al centro de la capital y ver de nuevo todo lleno de basura fue un golpe anímico, además de la desolación debido al toque de queda tácito que impone la delincuencia apenas cae el sol. La mayoría de mis conocidos han llegado al punto de preferir hacer las reuniones en las casas, porque ahora sólo se puede salir a establecimientos que poseen un fuerte dispositivo de seguridad privada.

El caos vial es el pan de cada día desde el inicio de la construcción del metro-bus, que yo veo como un avance; aunque causa inmenso embotellamientos en una ciudad-prisión, donde cada calle tiene portones y retenes de seguridad. La  situación es tan grave que conté más de diez calles totalmente selladas en mi camino hacia Miraflores. Todo ello es parte del programa barrio seguro implementado en la alcaldía como un paliativo para frenar la delincuencia. Definitivamente no puedo evitar reírme al recordar como en Ubú desencadenado de Alfred Jarry, el demencial  Rey Ubú proponía convertir su país en una cárcel para arreglarlo todo. 

Las pandillas y los narcotraficantes ahora controlan completamente el sistema (algo cada vez más notorio que antes, para ser sinceros). Mientras caminaba por las calles de Comayagüela (no sin cierto temor, por supuesto), pude notar mareros acostados en plena acera todo el día o escuchando música en parlantes que suenan por todo el barrio; pero obviamente nadie puede ni quejarse, so pena de terminar  en las aguas del Río Choluteca. Como gran ironía: la central nacional de la policía, antes quedaba cerca de mi casa, se trasladó a otro punto de la capital y se negaron rotundamente  a regresar a su antigua sede alegando la alta peligrosidad de la zona.  Ah, otra ironía: asaltaron a un miembro de la Policía Militar en mi barrio poco antes de mi regreso. 

Los periódicos no dejan de reportar muertos de todas las formas, la población se ha vuelto muy creativa en eso de dejar este mundo o hacer que otros lo dejen por la fuerza. El ministro de seguridad ha preferido esconder las cifras al observatorio de la violencia, aunque prácticamente se palpa el ambiente de zozobra a todas horas y los números están de más.  Mi mamá, médico desde hace  muchos años, me contaba que el promedio de suicidios este año alcanzó  alrededor de dos por día  a nivel nacional… Incluso hay un grafiti que lo menciona en uno de los muros hospital del Seguro Social.

El gobierno y la oligarquía, por otra parte, se siguen comportando de la misma forma sectaria e insensible. Los ciudadanos aceptan su destino como un mal necesario, según ellos al bipartidismo se aplica el dicho “más vale malo conocido que bueno por conocer”, como me dijo un taxista, a pesar de cuan mal esté la situación. La noticia en la radio durante esa plática era la subida sustancial de impuestos que todos achacan al gasto exagerado del Partido Nacional y su millonaria campaña política sufragada fondos del Estado. 

Días antes de mi llegada, chisteaba con mi hermana sobre como ese futuro post-apocalíptico de  Mad Max era el retrato perfecto de la Honduras actual.  Así es, sobre mi país puedo citar una frase de esa película que le calza enteramente: “La gente dice que aquí no hay más héroes ni esperanza, Mad”.