viernes, 20 de junio de 2008

Trópico de capricornio: Henry Miller recien salido del infierno.

Hace más de un año que leí este libro, fue en las condiciones necesarias para leerlo por el momento que pasaba en mi vida, y puedo decir que entregarse a la lectura de Henry Miller es sondear en la profundidad existencia oscura y nihilista desde el epígrafe del libro donde se te avisa que es para que sepas que tus sufrimientos no son nada comparados con los del autor.
El libro está lleno de reflexiones sobre la misma existencia que Miller no imagina sin una fuerza superior, un deseo de búsqueda de la verdadera vida que te mueva a realizarte y en el proceso destruirlo todo en nombre de esa búsqueda.
Su personaje principal, él mismo,es totalmente cruel, aprovechado, irreal y desvergonzado; es decir solamente humano. En cada página nos muestra de forma descarnada una serie de seres maltrechos en ese mundo que el circunda casi como un héroe épico o como Dante, diríamos en sus propias palabras.
Varias críticas desató la novela no sólo por su imagen despectiva de la mujer, su sadismo, su nihilismo cáustico, se acuso a Miller de egocéntrico e incluso fue llamando a declarar en juzgados de Estados Unidos por ser considerado un pornógrafo (acusación que ganaría a su favor en la corte suprema de justicia y esto daría paso a la revolución sexual).
Esta novela está escrita en primera persona, él mismo es un personaje que detesta su familia, su trabajo, su "america way of life", trabaja en una compañía telegráfica donde es un seleccionador de personal y, a modo de venganza, contrata los peores empleados y aprovecha para obtener cuanto favor sexual tenga a su alcance en ese puesto; a lo largo de la historia se desarrollan ciertos monólogos muy parecidos a los automatismos surrealistas (hay un pequeño tributo a ellos en las páginas finales); las escenas sexuales son descritas desde lo más poético a los más crudo que pueda haber en la literatura y todo el libro, como en el caso de Dante, gira en espera de conocer a esa mujer que para Miller es su igual, su tiburón devorando los naufragados en ese mundo, su arpía y su ángel.

¡Qué vicio!

Después de un tiempo un poco cursi (si realmente se puede ser cursi en esta tontería) regreso a la normalidad con más ganas de seguir botando mi vida en el mundo de los blogs.
En realidad es un gran vicio y sólo te culpo a ti amiga de la carrera de letras ( sí, es por tu culpa) porque yo tenía abandonada esta cosa y de repente sales tú con que no escribo nada de nada y ¡plus, pum, pom! estoy pegado escribiendo ahora casi cualquier tontería y cursilería que se me ocurra.
Trataré de dejar esto y a ver si estas son las últimas cosas que escribo en todo lo que resta del mes; pues hay muchos libros que ya pude haber terminado sino fuera por este vicio.

Post-data: Si miras algún error ortográfico ya sabes que debes decirme estimada amiga de letras, a la que le debo este vicio y futura editora, no te enojes conmigo que el primer paso de mi rehabilitación es culpar a otros por la adicción.

miércoles, 18 de junio de 2008

Le Petit Prince.

Uno de los libros que marcó mi infancia fue El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, estaba en quinto grado de primaria la primera vez que lo leí y sigue siendo uno de mis libros favoritos por la sencillez con la que trata temas tan profundos.

Lo que me llevó de vuelta a este libro es encontrar en las noticias de la web (no estoy seguro de su veracidad) sobre un viejo piloto alemán que ha confesado ser quien derribó a Exupéry sin saber que era él: "De saberlo nunca lo hubiera derribado, pues yo era un admirador de su obra con la que había crecido", dijo. El hombre había vivido con esta pena por mucho tiempo, aún después de que algunas pertenencias de Exupéry e incluso su avión fueran encontrados en el mar sin revelar el misterio de dónde descansan sus restos.

Era un niño la primera vez que leí El Principito y en cada etapa de mi vida lo he vuelto a leer , ya con otra visión y quizá más amargado por la vida; pero seguí llevándolo siempre a todos los lugares en que habité. Todavía creo en que sólo el corazón descifra los secretos que los ojos no pueden.

martes, 17 de junio de 2008

...


...

lunes, 16 de junio de 2008

Le Phénix. (Paul Éluard)


Je suis le dernier sur ta route
le dernier printemps la dernière neige
le dernier combat pour ne pas mourir

et nous voici plus bas et plus haut que jamais.

Il y a de tout dans notre bûcher
des pommes de pin des sarments
mais aussi des fleurs plus fortes que l'eau

de la boue et de la rosée

la flamme est sous nos pieds la flamme nous couronne
a nos pieds des insectes des oiseaux des hommes
vont s'envoler

Ceux qui volent vont se poser.

Le ciel est clair la terre est sombre
mais la fumée s’en va au ciel
la ciel a perdu tous ces feux.

La flamme est restée sur la terre

la flamme est la nuée du coeur
et toutes les branches du sang
elle chante notre air

elle dissipe la buée de notre hiver.
nocturne et en horreur a flambé le chagrin
les cendres ont fleuri en joie et en beauté
nous tournons toujours le dos au couchant

tout a la couleur de l’aurore.

(*)Les peintures sont "les amants" de René Magritte.

domingo, 15 de junio de 2008

El fénix. (Paul Éluard)


Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

De todo hay en nuestra hoguera
piñas de pino y sarmientos
y flores más fuertes que el agua...

Hay barro y rocío...

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.
A nuestros pies insectos pájaros hombres
van a escaparse

Los que vuelan van a posarse.

El cielo está claro, la tierra en sombra
pero el humo sube al cielo
el cielo ha perdido su fuego.

La llama quedó en la tierra.

La llama es el nimbo del corazón
y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire..

Disipa la niebla de nuestro invierno
hórrida y nocturna se encendió la pena,
floreció la ceniza en gozo y hermosura
volvemos la espalda al ocaso.

Todo tiene color de aurora.

viernes, 13 de junio de 2008

Momentaneamente reconciliado con la vida.


"Las camas huelen a sueño."-dijo Cortázar- Esta época es como estar recien salido de una terraza del purgatorio y subir al paraiso terrenal, donde sólo me vasta esperar a Beatrice. Todo está dentro de mí, se acorta la respiración ( ese respirar lento que siento cuando escucho la voz del abismo), hay nuevo cielo y nueva tierra, hay alegría y posibilidades, germina el alma y estoy feliz al amanecer sin saber el porqué y a la vez vacio, pues sé que este sentimiento es sólo fugaz, porque no tardarán en llegar los llamados del infierno. ¿Por qué no llegas Beatrice? ¿acaso no escuchas mi batalla con la muerte?

Rimbaud tenía razón...

"L'amour est à reinventer, on le sait..."

"il a peut-être des secret pour changer la vie? no, il ne fait qu'en chercher."

Algo sobre el Amor.


"Hace poco escribí en la introducción de una encuesta publicada en la revolución surrealista:

"Si una idea parece haber escapado hasta hoy a todo empeño reduccionista, y, lejos de caer vencida a sus furores, ha enfrentado a los más grandes pesimistas, esta es la idea del amor, única capaz de reconciliar a todo ser, momentáneamente o no, con la idea de la vida" .

Esta palabra: el amor , a la que amargados se han empeñado en infligirle todas las generalizaciones, todas las corrupciones posibles (amor filial, amor divino, amor a la patria, etc.), huelga decirlo, aquí nosotros la restituimos en su sentido estricto y amenazador de adhesión total al ser humano, basado en el reconocimiento imperioso de la verdad, de nuestra verdad «en un alma y un cuerpo», el alma y el cuerpo de aquel ser. Se trata, en esta prosecución de la verdad que se encuentra en la base de toda actividad genuina, del brusco abandono de un sistema de investigaciones más o menos pacientes en favor y provecho de una evidencia que nuestros trabajos no hubiesen revelado y que, bajo una experiencia semejante, misteriosamente, un día se hubiese encarnado. Que lo que decimos ojalá sirva para disuadir de respondernos a los especialistas del «placer», los coleccionistas de aventuras, los exuberantes de voluptuosidad, por poco que se vean llevados a disimular líricamente sus manías, tanto como los depreciadores y «curanderos» del supuesto amor-delirio y los perpetuos enamorados imaginarios.

En realidad, siempre he tenido la esperanza de que fueran otros, y solamente otros, quienes me comprendieran . Más que en cualquier otro caso, ya que aquí se trata de las posibilidades de ocultación del surrealismo, me dirijo a aquellos que no temen concebir el amor como un lugar ideal en el que ocultar todo género de pensamientos y les digo: las apariciones reales existen, pero se deben a un espejo contenido en el espíritu, en el que la mayoría de los hombres pueden mirarse sin ver nada. El odioso control no funciona tan bien como se cree. El ser al que tú amas vive. El lenguaje del amor se habla simultáneamente desde varios puntos, en voz muy alta cuando se pronuncian ciertas palabras y en voz muy baja cundo se pronuncian ciertas otras. Es necesario resignarse a aprenderlo poco a poco."

-André Bretón, Segundo manifiesto surrealista.

miércoles, 11 de junio de 2008

El Destino


Una jaula salió en busca de un pájaro.

-Aforismo de Franz Kafka.

Nota: Debido a una ley que prohibía a los judíos llevar sus nombre y apellido en hebreo, los antepasados de Franz adoptaron el apellido Kafka, que quiere decir corneja un pájaro parecido al cuervo y éste se convirtió en el símbolo de su familia.

Cartas del vidente


PRIMERA CARTA:


De Arthur Rimbaud a Georges Izambard
Charleville, [13] mayo 1871

Estimado señor:


Ya está usted otra vez de profesor. Nos debemos a la sociedad, me tiene usted dicho: forma usted parte del cuerpo docente: anda por el buen carril. — También yo me aplico este principio: hago, con todo cinismo, que me mantengan; estoy desenterrando antiguos imbéciles del colegio: les suelto todo lo bobo, sucio, malo, de palabra o de obra, que soy capaz de inventarme: me pagan en cervezas y en vinos. Stat mater dolorosa, dum pendet filius, — Me debo a la Sociedad, eso es cierto; — y soy yo quien tiene razón. Usted también la tiene, hoy por hoy. En el fondo, usted no ve más que poesía subjetiva en este principio suyo: su obstinación en reincorporarse al establo universitario —¡perdón!— así lo demuestra. Pero no por ella dejará de terminar como uno de esos satisfechos que no han hecho nada, porque nada quisieron hacer. Eso sin tener en cuenta que su poesía subjetiva siempre será horriblemente sosa. Un día, así lo espero, — y otros muchos esperan lo mismo —, veré en ese principio suyo la poesía objetiva: ¡la veré más sinceramente de lo que usted sería capaz! Seré un trabajador: tal es la idea que me frena, cuando las cóleras locas me empujan hacia la batalla de París —¡donde, no obstante, tantos trabajadores siguen muriendo mientras yo le escribo a usted! Trabajar ahora, eso nunca jamás; estoy en huelga. Por el momento, lo que hago es encanallarme todo lo posible. ¿Por qué? Quiero ser poeta y me estoy esforzando en hacerme Vidente: ni va usted a comprender nada, ni apenas si yo sabré expresárselo. Ello consiste en alcanzar lo desconocido por el desarreglo de todos los sentidos. Los padecimientos son enormes, pero hay que ser fuerte, que haber nacido poeta, y yo me he dado cuenta de que soy poeta. No es en modo alguno culpa mía. Nos equivocamos al decir: yo pienso: deberíamos decir me piensan. — Perdón por el juego de palabras.

YO es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín, ¡y mofa contra los inconscientes, que pontifican sobre lo que ignoran por completo!

Usted para mí no es Docente. Le regalo esto: ¿puede calificarse de sátira, como usted diría? ¿Puede calificarse de poesía?

Es fantasía, siempre. — Pero, se lo suplico, no subraye ni con lápiz, ni demasiado con el pensamiento.

El corazón atormentado


Mi triste corazón babea en la popa,
Mi corazón está lleno de tabaco de hebra:
Ellos le arrojan chorros de sopa,
Mi triste corazón babea en la popa:
Ante las chirigotas de la tropa
Que suelta una risotada general,
Mi triste corazón babea en la popa,
¡Mi corazón está lleno de tabaco de hierba!
¡Itifálicos y sorcheros
Sus insultos lo han pervertido!
En el gobernalle pintan frescos
Itifálicos y sorcheros.
Oh olas abracadabrantescas,
Tomad mi cuerpo para que se salve:
¡Itifálicos y sorcheros
sus insultos lo han pervertido!
Cuando, al final, se les seque el tabaco,
¿Cómo actuar, oh corazón robado?
Habrá cantilenas báquicas
Cuando, al final, se les seque el tabaco:
Me darán bascas estomacales
Si el triste corazón me lo reprimen:
Cuando, al final, se les seque el tabaco
¿Cómo actuar, oh corazón robado?

No es que esto no quiera decir nada. Contésteme, a casa del señor Deverrière, para A.R.

AR. RIMBAUD

SEGUNDA CARTA :

De Arthur Rimbaud a Paul Demeny
Charleville, 15 mayo 1871.


He decidido darle a usted una hora de literatura nueva; empiezo a continuación con un salmo de actualidad:

Canto de guerra parisino

La primavera es evidente, porque
Desde el corazón de las Propiedades verdes,
El vuelo de Thiers y de Picard
Mantiene sus esplendores de par en par.
¡Oh Mayo! ¡Qué delirante culos al aire!
¡Sèvres, Meudon, Bagneux, Asnières,
Escuchad, pues, cómo los bienvenidos
Siembran las cosas primaverales!
Llevan chacó, sable y tam-tam,
No la vieja caja de velas
Y yolas que nunca, nunca…
¡Surcan el lago de aguas enrojecidas!
¡Ahora más que nunca nos juerguearemos
Cuando se vengan encima de nuestros cuchitriles
A derrumbarse los amarillos cabujones
En amaneceres muy especiales!
Thiers y Picard son unos Eros,
Conquistadores de heliotropos,
Con petróleo pintan Corots:
Ahí vienen sus tropas abejorreando…
¡Son familiares del Gran Truco!…
¡Y tumbado en los gladiolos, Favre
Hace de su parpadeo acueducto,
Y sus resoplidos a la pimienta!
La gran ciudad tiene las calles calientes,
A pesar de vuestras duchas de petróleo,
y decididamente tenemos que
Sacudiros en vuestro papel.
¡Y los Rurales que se arrellanan
En prolongados acuclillamientos,
Oirán ramitas crujiendo
Entre los rojos arrugamientos!


A. RIMBAUD


—Ahí va una prosa sobre el porvenir de la poesía. Toda poesía antigua desemboca en la poesía Griega, Vida armoniosa. — Desde Grecia hasta el movimiento romántico, — edad media, — hay letrados, versificadores. De Ennio a Turoldus, de Turoldus a Casimir Delavigne, todo es prosa rimada, apoltronamiento y gloria de innumerables generaciones idiotas: Racine es el puro, el fuerte, el grande. — Si alguien le hubiese soplado en las rimas, revuelto los hemistiquios, al Divino Tonto no se le haría más caso hoy que a cualquiera que se descolgara escribiendo unos Orígenes. — Después de Racine, el juego se pone mohoso. Ha durado dos mil años.

No es broma ni paradoja. La razón me inspira más convencimientos sobre el tema que rabietas se agarra el Jeune-France. Por lo demás, los nuevos son muy libres de abominar de los antepasados: estamos en casa y no nos falta el tiempo. Nunca se ha entendido bien el romanticismo. ¿Quién iba a entenderlo? ¡Los críticos! ¿A los románticos, que tan bien demuestran que la canción es muy pocas veces la obra, es decir: el pensamiento contado y comprendido por quien lo canta? Porque Yo es otro. Si el cobre se despierta convertido en corneta, la culpa no es en modo alguno suya. Algo me resulta evidente: estoy asistiendo al parto de mi propio pensamiento: lo miro, lo escucho: aventuro un roce con el arco: la sinfonía se remueve en las profundidades, o aparece de un salto en escena.

Si los viejos imbéciles hubieran descubierto del yo algo más que su significado falso, ahora no tendríamos que andar barriendo tantos millones de esqueletos que, desde tiempo infinito, han venido acumulando los productos de sus tuertas inteligencias, ¡proclamándose autores de ellos!

En Grecia, he dicho, versos y liras ponen ritmo a la acción. A partir de ahí, música y rima se tornan juegos, entretenimientos. El estudio de ese pasado encanta a los curiosos: muchos se complacen en renovar semejantes antigüedades — allá ellos. A la inteligencia universal siempre le han crecido las ideas naturalmente; los hombres recogían en parte aquellos frutos del cerebro; se obraba en consecuencia, se escribían libros: de tal modo iban las cosas, porque el hombre no se trabajaba, no se había despertado aún, o no había alcanzado todavía la plenitud de la gran ilusión. Funcionarios, escribanos: autor, creador, poeta, ¡nunca existió tal hombre!

El primer objeto de estudio del hombre que quiere ser poeta es su propio conocimiento, completo; se busca el alma, la inspecciona, la prueba, la aprende. Cuando ya se la sabe, tiene que cultivarla; lo cual parece fácil: en todo cerebro se produce un desarrollo natural; tantos egoístas se proclaman autores; ¡hay otros muchos que se atribuyen su progreso intelectual! — Pero de lo que se trata es de hacer monstruosa el alma: ¡a la manera de los comprachicos, vaya! Imagínese un hombre que se implanta verrugas en la cara y se las cultiva.

Digo que hay que ser vidente, hacerse vidente. El poeta se hace vidente por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos. Todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura; busca por sí mismo, agota en sí todos los venenos, para no quedarse sino con sus quintaesencias. Inefable tortura en la que necesita de toda la fe, de toda la fuerza sobrehumana, por la que se convierte entre todos en el enfermo grave, el gran criminal, el gran maldito, — ¡y el supremo Sabio! — ¡Porque alcanza lo desconocido! ¡Porque se ha cultivado el alma, ya rica, más que ningún otro! Alcanza lo desconocido y, aunque, enloquecido, acabara perdiendo la inteligencia de sus visiones, ¡no dejaría de haberlas visto! Que reviente saltando hacia cosas inauditas o innombrables: ya vendrán otros horribles trabajadores; empezarán a partir de los horizontes en que el otro se haya desplomado.

— Continuará dentro de seis minutos —

Intercalo aquí un segundo salmo fuera de texto: préstele usted benévolo oído, — y todo el mundo se quedará encantado. — Tengo el arco en la mano, empiezo:

Mis pequeñas enamoradas

Un hidrolato lagrimal lava
Los cielos de verde col:
Bajo el árbol retoñero que os babea
Los cauchos,
Blancas de lunas especiales
Con los pialatos redondos,
¡Entrechocad las rótulas,
Monicacos míos!
¡Nos amamos en aquella época,
Monicaco azul!
¡Comíamos huevos pasados por agua
Y pamplinas de agua!
Una tarde, me consagraste como poeta,
Monicaco rubio:
Baja aquí, que te dé unos azotes,
en mi regazo;
Vomité tu bandolina,
Monicaco moreno;
Tú me habrías cortado la mandolina
Con el filo de la frente.
¡Puah! Mis salivas resecas,
Monicaco pelirrojo,
¡Todavía te infectan las zanjas
Del pecho redondo!
¡Oh mis pequeñas enamoradas,
os odio tanto!
¡Sujetaos con trapos dolorosos
Las feas tetas!
¡Prestadme los viejos tarros
De sentimiento en conserva!
¡Hale, venga, sed mis bailarinas
Por un momento!…
¡Los omoplatos se os desencajan,
Oh amores míos!
¡Con una estrella en los riñones cojos,
¡Dadles la vuelta a vuestras vueltas!
¡Y pensar que por tales brazuelos de cordero
He escrito rimas!
¡Me gustaría romperos las caderas
Por haber amado!
Soso montón de estrellas fallidas,
Id a llenar los rincones!
— ¡Reventaréis en Dios, albardeadas
De innobles cuidados!
Bajo las lunas particulares
con los pialatos redondos,
¡Entrechocad las rótulas,
Monicacos míos!

A. RIMBAUD

Ahí lo tiene. Y tenga usted en cuenta que, si no me lo impidiese el temor de hacerle pagar más de 60 céntimos de porte, — ¡yo, pobre pasmado que hace siete meses que no veo una monedita de bronce! — ¡aún le mandaría mis Amantes de París, cien hexámetros, señor mío, y mi Muerte de París, doscientos hexámetros!

Vuelvo a tomar el hilo: El poeta es, pues, robador de fuego. Lleva el peso de la humanidad, incluso de los animales; tendrá que conseguir que sus invenciones se sientan, se palpen, se escuchen; si lo que trae de allá abajo tiene forma, él da forma; si es informe, lo que da es informe. Hallar una lengua;
— Por lo demás, como toda palabra es idea, ¡vendrá el momento del lenguaje universal! Hay que ser académico, — más muerto que un fósil, — para completar un diccionario, sea del idioma que sea. ¡Hay gente débil que si se pusiera a pensar en la primera letra del alfabeto, acabaría muy pronto por sumirse en la locura!

Este lenguaje será del alma para el alma, resumiéndolo todo, perfumes, sonidos, colores, pensamiento que se aferra al pensamiento y tira de él. Si el poeta definiera qué cantidad de lo desconocido se despierta, en su época, dentro del alma universal, ¡daría algo más — la fórmula de su pensamiento, — la notación de su marcha hacia el Progreso! Enormidad que se convierte en norma, absorbida por todos, ¡el poeta sería en verdad un multiplicador de progreso!

Este porvenir será materialista, ya lo ve usted; — Siempre llenos de Números y de Armonía, estos poemas habrán sido hechos para permanecer. — En el fondo, seguirá siento, en parte, Poesía griega.
El arte eterno tendría sus cometidos, del mismo modo en que los poetas son ciudadanos. La poesía dejará de poner ritmo a la acción; irá por delante de ella. ¡Existirán tales poetas! Cuando se rompa la infinita servidumbre de la mujer, cuando viva por ella y para ella, cuando el hombre, — hasta ahora abominable, — le haya dado la remisión, ¡también ella será poeta! ¡La mujer hará sus hallazgos en lo desconocido! ¿Serán sus mundos de ideas distintos de los nuestros? — Descubrirá cosas extrañas, insondables, repulsivas, deliciosas; nosotros las recogeremos, las comprenderemos. Mientras tanto, pidamos a los poetas lo nuevo, — ideas y formas. Todos los listos estarán dispuestos a creer que ellos ha han dado satisfacción a tal demanda. — ¡No es eso!

Los primeros románticos fueron videntes sin percatarse bien de ello: el cultivo de sus almas se inició en los accidentes: locomotoras abandonadas, pero ardorosas, que durante algún tiempo se acoplan a los carriles. — Lamartine es a veces vidente, pero lo estrangula la forma vieja. — Hugo, demasiado cabezota, sí que tiene mucha visión en los últimos volúmenes:

Los Miserables son un verdadero poema. Tengo Los castigos a mano; Stella da más o menos la medida de la visión de Hugo. Demasiados Belmontet y Lammenais, Jehovás y columnas, viejas enormidades muertas. Musset nos es catorce veces detestable, a nosotros, generaciones dolorosas y presa de visiones, — que nos sentimos insultados por su pereza de ángel. ¡Oh cuentos y proverbios insípidos! ¡Oh noches! ¡Oh Rolla, oh Namouna, oh la Coupe! Todo es francés, es decir: detestable en grado sumo: ¡francés, no parisino! ¡Una obra más del odioso genio que inspiró a Rabelais, a Voltaire, a Jean La Fontaine, comentado por el señor Taine! ¡Primaveral, el espíritu de Musset! ¡Encantador, su amor! ¡Esto sí que es pintura al esmalte, poesía sólida! La poesía francesa se seguirá paladeando durante mucho tiempo, pero en Francia. No hay dependiente de ultramarinos que no sea capaz de descolgarse con un apóstrofe estilo Rolla; no hay seminarista que no lleve sus quinientas rimas en el secreto de su libreta. A los quince años, tales impulsos de pasión ponen a los jóvenes en celo; a los dieciséis empiezan a conformarse con recitarlos con sentimiento; a los dieciocho, incluso a los diecisiete, todo colegial que esté en condiciones hace el Rolla, ¡escribe un Rolla! Incluso puede que quede alguno todavía que pierda la vida en ello. Musset no supo hacer nada: había visiones tras la gasa de las cortinas: él cerró los ojos. Francés, flojo, arrastrado del cafetín al pupitre del colegio, el hermoso cadáver está muerto, y, de ahora en adelante, no nos tomemos siquiera la molestia de despertarlo para nuestras abominaciones.

Los segundos románticos son muy videntes. Th. Gauthier, Leconte de Lisle, Th. de Banville. Pero cómo inspeccionar lo invisible y oír lo inaudito que recuperar el espíritu de las cosas muertas, Baudelaire es el primer vidente, rey de los poetas, un auténtico Dios. Vivió, sin embargo, en un medio demasiado artista; y la forma, que tanto le alaban, es mezquina: las invenciones de lo desconocido requieren de formas nuevas.
— Experimentada en las formas viejas, entre los inocentes, A Renaud, — ha hecho su Rolla; — L. Grandet, — ha hecho su Rolla; — los galos y los Musset, G. Lafenestre, Coran, Cl. Popelin, Soulary, L. Salles; Los escolares, Marc, Aicard, Theuriet; los muertos y los imbéciles, Autran, Barbier, L. Pichat, Lemoyne, los Deschamps, los Dessessarts; los periodistas, L. Claudel, Robert Luzarches, X. de Richard; los fantasistas, C. Méndez; los bohemios; las mujeres; los talentos, Léon Dierx y Sully-Prudhomme, Coppée; — la nueva escuela, llamada parnasiana, tiene dos videntes: Albert Mérat y Paul Verlaine, un verdadero poeta. — Ahí lo tiene. De modo que estoy trabajando en hacerme vidente. — Y terminemos con un canto piadoso.

Acuclillamientos

Bastante tarde, sintiéndose con asco en el estómago,
El hermano Milotus, sin quitar ojo del tragaluz
Desde el cual el sol, claro como un caldero rebruñido,
Le clava una jaqueca y le marea la vista,
Desplaza entre las sábanas su barriga de cura.
Se agita bajo su manta gris
Y baja con las rodillas en la barriga trémula,
Pasmado como un viejo comiéndose su toma
Porque tiene, agarrado del asa un orinal blanco,
Que arremangarse la camisa por encima de los riñones.
Ahora ya está en cuclillas, friolento, con los dedos del pie
Replegados, tiritando al claro sol que contrachapea
Amarillos de bollo en los vidrios de papel;
Y la nariz del hombre, alumbrado de laca,
Husmea en los rayos de sol, como un polipero carnal.
… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … .
El hombre se cuece a fuego lento, con los brazos retorcidos, con el belfo
Metido en la barriga; siente que se le escurren los muslos en el fuego,
Y que las calzas se le chamuscan, y que la va a diñar;
¡Algo parecido a un pájaro se menea un poquito
En su barriga serena como un montón de mondongo!
En torno a él duerme un batiborrillo de muebles embrutecidos
En andrajos de mugre y sobre panzas sucias;
Hay escabeles, poltronas extrañas, acurrucados
En los rincones negros; aparadores con jeta de chantre
Entreabiertos a un sueño lleno de horribles apetitos.
El asqueroso calor embute la habitación estrecha;
El cerebro del hombre está atiborrado de trapos.
Escucha un crecimiento de pelos en su piel húmeda,
Se descarga, sacudiendo su cojo escabel.
… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … .
Y por la noche, bajo los rayos de la luna, que le trazan
Alrededor del culo rebabas de luz,
Una sombra con detalles sigue en cuclillas, contra un fondo
De nieve rosa como una malvarrosa.
Una nariz estrafalaria persigue a Venus por el cielo profundo.

Sería usted execrable si no me contestase: rápidamente. Porque dentro de ocho días puede que esté en París.

Hasta la vista.

A. RIMBAUD

domingo, 8 de junio de 2008

Gacela de la muerte oscura.


Quiero dormir el sueño de las manzanas,
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.
No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.
Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.
Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.
Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.


Federica García Lorca, del libro Divan del Tamarit

Vago...

Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
(...)
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera.

- Calle melancolía, Sabina

viernes, 6 de junio de 2008

Unas ganas ubérrimas de escapar.


Son días de lluvia y recuerdo las películas de Tarkowsky donde el agua es un símbolo necesario para la limpieza del alma, esto sucede cada vez que veo el agua entrar por la gotera de mi cuarto, lo que me ha obligado a un cambio abrupto en toda la habitación: Mover cama, escritorio, libreros, cajas, gavetas, etc... bien podría encontrar allí un símbolo del reordenamiento de mi alma (¿será qué busco símbolos en todas partes ?), pues muchas cosas han cambiado en este último año desde que repudié mi carrera y me estoy reconciliando con la vida. Lo único que no ha desaparecido es el deseo de escapar, de salir corriendo y viajar hacia ninguna parte. Necesito un viaje, pero sin compañía que son los mejores viajes para encontrarse a uno mismo en donde nadie puede encontrarte. Por el momento me conformo con ganarle a una amiga en el ajedrez, vagar por la ciudad con ella y otro amigo en un día de lluvia con la excusa de no haber cruzado nunca por alguna calle del centro; La ciudad es una especie de labrinto-jaula y esto es suficiente escape.

jueves, 5 de junio de 2008

¡La imaginación al poder de este blog!

Es junio y la verdad yo quería publicar en este Blog una recopila-ción, que a mi juicio fuera interesante, de cada artículo existe en la internet; pero como uno nunca sabe lo que puede ser, me decidí a publicar a mi antojo y no con un plan determinado.