Un blog es una cosa extraña, de repente uno cree que debe escribir algo, algo que sea importante sin ser petulante. Por ejemplo, quiero escribir algunas revisiones de videojuegos y unos cómics, que me parecen interesantes sobre todo para estas épocas; quiero colocar algunas cosas sobre los libros que he leído en la carrera ya que nos vamos acercando cada vez más al siglo XX, y no es que no me guste la literatura antigua; pero, después de dos años y medio de leer en español antiguo, uno quiere nuevos aires. Todas estas cosas quisiera poderlas hacer si tuviera tiempo, pero la verdad es que no lo tengo.
Busqué en la cantidad absurda de bloggers que hay en Honduras y me di cuenta que algunos sólo hablan trivialidades de la vida sin meterse a tanto rollo ¿Y yo?¿Por qué no? Hace mucho que no hago eso. Por ejemplo, hoy se escapó el perro y tuve que perseguirlo de ida vuelta por toda la manzana mientras él se detenía sólo para marcar su territorio y eso fue lo que le valió que lo atrapara; en History channel dieron de nuevo la vida de Hitler como para hacer honor al apodo que le colocamos "The Hitler channel", la verdad ya me tenían harto con sus guías sobre cómo sobrevivir al fin del mundo; se escucharon todo el día los disparos de la armería que está por acá cerca, de ella siempre pienso que así se escucha cuando matan a alguien a mitad de la noche; jugué Perfect World, descubrí que tengo poco nivel como para matar árboles asesinos en un bosque a las afueras de Dragon City; de nuevo se realizó la marcha del día del trabjador, pero qué diablos, yo todavía no consigo un trabajo e ir allá no me pareció bien; visité Santa Lucía mientras escuchaba música en buena compañía, lo cual hizo la mayor parte de la tarde muy divertida. Hoy se acabó el día, otro más en mi cuenta regresiva para librarme del estigma de mi anterior carrera universitaria.
Cuando me despedía de alguien muy importante para mí escuché esta canción, buen epílogo para el final de esta jornada...
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