domingo, 14 de marzo de 2010

Lo que bien empieza, bien acaba

-Y el que algo sea difícil debe ser para nosotros un motivo más para hacerlo. (Rilke)

Ayer uno de lo asistentes del cineclub me preguntó "¿Qué pensaría usted de un persona que tiene cuatro años estudiando medicina y quiere entrar a letras? ¿De qué piensa que trabajaría y qué cree usted que haría de su vida?" Yo le respondí: "Le diría que lo importante es sentirse bien con uno mismo." Y eso es la verdad, si bien cierto ésta no es una carrera que este llena de gente que piense ganar un sueldo de diputado (claro que siempre hay excepciones) Pero en general, mis compañero son personas que con las mayores dificultades pretenden graduarse de algo no muy lucrativo, pero que los hace mejores; porque no importa si no tiene dinero para el bus ese día, si un familiar muere, si deben andar en montañas haciendo estudios sobre la producción del café, si son amenazados por sus ideas políticas, si deben atender sus negocios, si estudiaron hasta cuarto año de medicina y se retiraron, si les faltaban 14 clases para terminar informática o si ya sólo les faltaba una; están felices de hacer lo que hacen y son mejores personas por ello.


En mi caso yo me digo ¿Y qué si uno desprecia las oportunidades de salir de este país, de ser modicamente (sobre todo monetariamente) feliz? Al fin y al cabo si he comenzado algo, debo terminarlo y más cuando sé que ese algo es una cosa sin la cual me sentiré incompleto ¿Y qué si uno no ganará millonarias sumas trabajando en ese algo? en todo caso me sentiré bien de hacerlo y, aunque no tenga un apartamento en las afueras de Madrid, me sentiré muy bien y no me arrepentiré de nada. Además, hace unos días me anunciaron que llegaré a mi meta el próximo año y eso me da más razones para no detenerme y seguir con ardiente paciencia hasta el final.

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