sábado, 18 de septiembre de 2010

Recorro la ciudad


A la velocidad de un fantasma
recorro la ciudad.
Si esto tuviera rostro
lo golpearía
como a un enemigo
a quien se odia
desde el centro del odio.
Qué peste disfrazada:
Escaparates
que nada tiene que ver con la vida.
Lujosos edificios
donde se planifica la barbarie.
Amor,
me duele esta monstruosa maquinaria.
Ven amor mío,
acércate.
Apágame esta noche
que me devora el pecho.


-Poema de Livio Ramírez, tomado del libro "Descendientes del fuego". La pintura es "Ciudad y Niebla" de Raquel Saéz Fliquete

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