¡Van caminando!

Hoy, en el momento en que escribo esto, miles de personas van caminando hacia la frontera del Paraíso. Yo me digo que nombre más irónico para este momento el de ese lugar "La manos en el Paraíso" de verdad que la geografía nos juega unas pasadas. He reflexionando los últimos días sobre lo que pueda pasar, siendo sincero los militares nunca aceptarán a Manuel Zelaya ¿y después? No lo sé. El mañana es incierto, se avisora o una guerra civil o una terrible represión, cualquiera de las dos cosas es mala. Pienso que más bajo no se podía caer, de alguna forma miré venir esto después del descrédito de la democracia; democracia que, debemos aceptarlo, no nos costó más que un coyuntura geográfica e histórica: la guerra de los 80s y ser el centro de América; pero aun así, terminada la guerra esas institucioanes se debían convertir en una esperanza, aunque fuera leve y la verdad es otra. Hoy todo el país vive la peor crisis de su historia desde la guerra fría, gracias a esa eterna corrupción y falta de conciencia que se tuvo por parte de los dominantes, una clase orgullosa que no acepta sus errores. ¿Y ya no hay marcha atrás? Es posible que de esta crisis salga una Honduras con una mayor conciencia política. Yo tengo fe (extraña palabra en un ateo) que sí. Mientas tanto veo a todos los manifestantes caminar, avanzar a pesar de que el ejército tiene orden de disparar contra ellos y su incansable marcha ya es un triunfo. Yo recuerdo unos versos de Otto René y me dicen que avanzan, van caminando:

"Vamos patria a caminar, yo te acompaño.

Yo bajaré los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo quedaré sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras.
Para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos.
Tiene que ser así, indiscutiblemente.

Yo me cansé de llevar tus lágrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante..."