miércoles, 14 de abril de 2010

León


Como ya lo habrán visto en facebook, estas vacaciones viajé a León. La razón, o mejor dicho la excusa, fue un trabajo de investigación sobre Rubén Darío que debo hacer en mis clases de la carrera de letras. Y pues allá nos fuimos con mi papá, mi mamá y una de mis hermanas, escuchando The Beatles todo el camino y bebiendo rojita bien helada porque el calor estaba insoportable.
Nicaragua, curiosamente desde lo del golpe y algunos actos de xenofobia en lado de nuestra frontera, tiene unas prácticas bien extrañas como si nosotros fuéramos una especie en la que no se puede confiar: hay que pagar un seguro para entrar al país y, lo más normal, te buscan en una computadora; no vaya a ser que cierto dictador quiera entrar...

Pues llegamos a la casa de Rubén que está frente a la Salle, ex-colegio de mi mamá, cuando todavía estaba abierto en Choluteca. La casa es muy bella, tienen todo de Rubén: Su cama, sus manuscritos, sus libros, placas, trajes oficiales como embajador, primeras ediciones de sus libros, fotos, pinturas, caricaturas, cruces, etc. Lo malo es que no le podés tomar fotos a nada en las salas de excibición y eso me aguó el viaje. No pude evitar preguntarme por la casa de Juán Ramón Molina en Honduras y el estado en que se encuentra.

Luego nos fuimos a comer al mercado ¿Quién iba a pensar que en Nicaragua sí se pueden tomar fotos en un mercado sin que te corten la garganta por robarte la cámara? Alguien me explicó que es porque los habitantes están organizados para la seguridad. Me dio curiosidad que leí que estaban pasando por una ola de inseguridad terrible... la verdad deberían darse una vuelta por tegus para saber lo qué es de verdad inseguridad.

Faltaba ir a la catedral de León, donde reposan los resto de Rubén. No iba desde que era un niño de escuela. Para desgracia estaba cerrada, lo que fue otra razón más para sentir que nada fui a hacer allá. Luego fuimos a la plaza de los caídos en la revolución, a dar unas vueltas, beber más rojita, al otro mercado que es más "snob" y por supuesto a comer más sopa de leche en el mercado (No piensen mal, es un pan de leche que hacen allá)

Nos fuimos por la tarde y pasamos por este barrio a la salida del pueblo, iba muy triste porque no pude hacer mucho de lo que pensaba; pero ni modo. En el camino me reí leyendo los rótulos de los hoteles: Pussy cat, la maroma y el más extraño de todos "El extasis" XD

Del viaje no me gustó que a unos amigos que fueron por allá unos días después de mí y a la familia de mi novia el fin de semana, unos policías les hicieron pasar un mal rato en la carretera; la publicidad omnipresente del gobierno (sólo superada por la de ARENA en El salvador, a quienes sólo les faltaba pintar una vaca de azul y rojo, y que la vaca dijera arenaaaa en vez de Muuuuu) y en especial no me gustó que todo estuviera cerrado y no pudiera tomar fotos para mi trabajo.
Me gustó la gente que es muy amable, la carretera que está en muy buen estado a diferencia de las de nuestro país, la seguridad del lugar que te da tranquilidad (mi papá se durmió en el parque con las maletas y eso no lo podés hacer acá), lo bien cuidados que están los lugares históricos, la comida, el fresco de cacao y sobre todo la cantidad exagerada de rojita que bebí.

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